Cada vez la migración de nicaragüenses hacia Estados Unidos incrementa. Y esto no se basa únicamente en oídas o rumores, sino en datos oficiales de las autoridades fronterizas estadounidenses.
Y lo preocupante es qué cada vez más personas deciden irse, y en esta temporada, en verano, se presentan los meses más difíciles y peligrosos para los migrantes, que son junio, julio y agosto.
Astrid Montealegre, defensora de derechos humanos y abogada nicaragüense de inmigración en Estados Unidos, explicó que las condiciones de estos tres meses podrían generar el colapso en cualquier persona. En algunos años la cantidad de migrantes fallecidos ha sido tal, que ha recibido información de la creación de fosas comunes para sepultar los cuerpos.
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«Los puntos fronterizos por donde tienen que cruzar son bastante desérticos y esas distancias no son aptas para que un ser humano pueda sobrevivir, y mucho menos sin agua. En muchas ocasiones se hacen fosas comunes de todos los cuerpos que encuentran en el desierto y no logran identificar. Estos meses son peligrosos principalmente por el calor y la falta de acceso al agua», señal.
La mayoría de la frontera entre México y Estados Unidos, y sus zonas aledañas son bastante desérticas o bien están cubiertas por el Río Bravo.
Más migrantes podrían morir yendo hacia EEUU
Tan sólo entre enero y febrero de este año la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos, reportó que ha encontrado a casi 25,000 nicaragüenses en su frontera sur. 11,636 en enero y 13,356 en febrero.
Y lo alarmante es que cada año el flujo migratorio aumenta de manera impresionante, Al punto que es lo que va del año fiscal ya se han superado las cifras del año pasado, es decir que entre octubre del 2020 y octubre del 2021 se reportaron 50,722 personas, Y hasta la fecha desde octubre del 2021 hasta febrero del 2022 la cifra ya alcanza los 63,312 nicaragüenses encontrados.
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«Desde el año pasado estábamos prediciendo un incremento para este año porque existe la presión económica aparte de la crisis sociopolítica. Sabemos que las dos están íntimamente relacionadas, sólo para que logra más el contexto de los años anteriores, en el año 2020 la patrulla fronteriza logró detectar 3,164 nicaragüenses y el año pasado, en el año 2021, es el número incrementó 1500%», detalla Montealegre.
La defensora de derechos humanos señala que para este 2022, de acuerdo con las proyecciones que poseen y las estadísticas presentadas por las autoridades estadounidenses, hallan como mínimo 200,000 nicaragüenses encontrados por la patrulla fronteriza.
De acuerdo con el Colectivo de Derechos Humanos Nicaragua Nunca +, en el 2021 al menos 100,000 nicaragüenses migraron de Nicaragua por presiones políticas, persecución del gobierno de Ortega, o en búsqueda de mejoría de su economía.
También se exponen a traumas psicológicos
Según información que Nicaragua Investiga ha logrado recopilar, mediante la experiencia de distintos migrantes estos viajes duran alrededor de dos meses, en su mayoría tres, y tomando en cuenta los datos brindados por la CBP y Montealegre, las personas que emigran de Nicaragua en las próximas semanas podrían correr riesgos mortales.
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Cabe destacar que los peligros mencionados anteriormente no son los únicos a los que se enfrentan los migrantes, sino también existe el riesgo de caer en las manos del crimen organizado, desperfecto en los vehículos que se trasladan, y en algunos casos, como se ha evidenciado últimamente, fallecer en las aguas del río bravo que por sí solo suma más de tres riesgos mortales.
Starina Jerez, asilada política que trabaja como Paralegal de inmigración en los Estados Unidos estos niveles de migración que se han alcanzado son preocupantes, porque cada vez salen más nicaragüenses del país buscando un nuevo destino alrededor del mundo.
«Las cifras son alarmantes, desde que estalló la crisis en abril del 2018, hace casi 4 años, tenemos el éxodo más grande de Centroamérica. Más de 300 mil Nicaragua desperdigados por el mundo. Familias enteras divididas. Y, lamentablemente el exilio aumenta, mientras esté la dictadura en el poder el éxodo aumentará masivamente. Este año seguirá aumentando el número de nicaragüenses», detalla.
Jerez además considera que los peligros no tienen como destino únicamente la muerte para estas personas, sino también secuelas psicológicas de los malos episodios que atraviesan durante su viaje en busca de tranquilidad y libertad.
«Hoy, trabajo como Paralegal de inmigración y las historias de horror que escucho a diario, de sobrevivencia, de supervencia son increíbles. Hace poco escribí en mi cuenta de Twitter, que pensaba que no quedaría nadie en Nicaragua. Después me recordaron que en la década de los ochenta más de 1,300,000 nicaragüenses salieron al exilio. Ahora la situación es igual de grave. En los Estados Unidos hay una crisis enorme de migración y no es fácil el camino de legalizarse. La única forma es que debemos seguir de pie, luchando y alzando nuestra voz para que pueda existir un cambio en Nicaragua y tengamos un gobierno democrático y todas y todos podamos regresar», añadió.
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