Rosario Murillo rompió el silencio del régimen sandinista sobre la muerte del alcalde de Diriamba, Fernando Baltodano, e hizo oficial el "suicidio" de este.
Murillo es conocida por sus expresiones de odio hacia los opositores, a quienes cataloga como "chingastes", "miserables" y un largo repertorio de ofensas.
"Vivimos tiempos de egoísmos capitales. Tiempos de gula, avaricia, egoísmo y arrogancia extremos... Somos vencedores del odio y de la muerte" proclamó Murillo.
Murillo amenazó a opositores y a la comunidad internacional de quedar mal parados si "siguen molestando" porque "siempre vencen las trampas del imperialismo"