Después que la dictadura Ortega-Murillo rompió abruptamente relaciones diplomáticas con el Vaticano por las recientes críticas del Papa Francisco, la Iglesia católica y sus líderes en Nicaragua, quedaron más desprotegidos y a merced de la sistemática represión del Estado sandinista, así lo perciben organizaciones opositoras a través de un comunicado.
“Nicaragua vive un gravísimo proceso de radicalización de la dictadura en su política de aislamiento y de violación a los derechos humanos. La ruptura con el Estado del Vaticano va más allá de las relaciones diplomáticas entre Estados, esta deja en total desamparo y a merced de la dictadura a cada templo católico en todo el territorio nacional y en total desprotección a la jerarquía católica”, afirma el comunicado.
Los opositores comparan a la dictadura sandinista con sus similares de Corea del Norte, China, Vietnam y Arabia Saudita que no tienen relaciones diplomáticas con la Santa Sede, y al unirse Nicaragua a esta lista, se coloca a la par de todos esos Estados totalitarios.
“Hacemos nuestras las palabras del Santo Padre, al referirse a la dictadura Ortega – Murillo, cuando dijo: ´No me queda otra cosa que pensar en un desequilibrio de la persona que dirige. Es como si fuera a traer dictaduras comunistas o hitlerianas, son un tipo de dictaduras groseras´”, añade la nota.
Los opositores celebran el contundente informe revelado recientemente por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua (Ghren) en el que evidencian las graves violaciones a los derechos humanos, las ejecuciones extrajudiciales, las detenciones arbitrarias, la tortura, la privación arbitraria de la nacionalidad y del derecho a permanecer en el propio país, como parte de las agresiones que sufre la población nicaragüense.
No omitieron ver con mucha satisfacción las denuncias hechas en las oficinas de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) durante su reciente periodo de sesiones, así como los testimonios de cinco personas exreas políticas de Nicaragua, entre estas, dos lideresas universitarias y tres exprecandidatos presidenciales, ante agregados de la comunidad internacional en la sede de la ONU en Ginebra.
“Continuamos con nuestro compromiso de alzar la voz desde dentro y fuera del territorio nacional. Hacemos un llamado a las organizaciones y países miembros de la comunidad internacional a que se continúe abogando por la restitución de la democracia y el Estado de Derecho, que nos ha traído como consecuencia llanto dolor, lágrimas de todo el pueblo de Nicaragua y las comunidades indígenas”, finalizan los opositores.
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