¿Debemos prepararnos los nicaragüenses para algo peor de lo que ya hemos visto o hay posibilidades de un nuevo diálogo entre Daniel Ortega y la oposición al corto plazo?
La incertidumbre, las dudas y la desconfianza es lo que se percibe a “flor de piel” entre los nicaragüenses. Analistas y opositores consideran que el diálogo es la opción más viable, pero lo que ven de parte de la dictadura es más represión, un Ortega que está caminando en una dirección de radicalización.
Y esa negatividad y poco interés de querer dialogar la dejó sentada Daniel Ortega el pasado 05 de marzo durante la visita que hizo a Venezuela, donde participó en las actividades organizadas en el marco de los 10 años de la muerte de Hugo Chávez.
En la clausura de uno de los eventos, el dictador intervino para atacar a los Estados Unidos, al referir que , «aceptar diálogo con el imperio es como querer contar confites en el infierno».
Ortega pendiente de los «vientos» fuera del país
El analista político y exdiputado, Eliseo Núñez, manifestó que Ortega solo dialoga cuando se ve amenazado y en este momento no lo está, “no tiene ningún incentivo para negociar, más bien está esperando cómo se reacomoda el panorama internacional”.
Iglesia católica de Nicaragua está desprotegida, denuncian opositores
Sobre lo que nos espera en los próximos meses, añade que mucha más represión. “Ortega va a radicalizarse y va a una suerte de talibanización del país, es decir, no le importa estar aislado o no le importa romper relaciones con quien tenga que romperlas, simplemente él va a tratar de sostenerse el mayor tiempo posible, mientras le cambian los vientos fuera del país”.
Obligado a dialogar
Por su parte un analista que prefiere omitir su nombre expresó que el diálogo con los diferentes actores sociales, es el camino más indicado, “lo triste es que por la intransigencia y por transmitir un ego, algo que demuestre que es un hombre fuerte, que no declina, además que se cometen muchos abusos y muchos errores, pero el camino ahí siempre ha estado, la propuesta a nivel internacional siempre ha sido el diálogo”.
Así mismo visualiza que al final ese va a ser el camino y aclara que nadie está pensado en guerra armada, mucho menos en derrocamiento, “solo en la mente de los que están en el poder tienen ese pensamiento, pero al final es un país dependiente de ayuda exterior con una economía bastante inestable, entonces el camino va a ser el diálogo”.
Sobre el futuro de Nicaragua destaca que es incierto. “Han destruido la economía del país, las instituciones del Estado, se perdió el balance de poderes, entonces aun habiendo un entendimiento político en este país, es como comenzar a construirlo de cero, tener un balance de poderes, limpieza de corrupción, de nepotismo, buscar verdaderamente una paz social, mejorar la economía, recomponer la política internacional y las relaciones con los diferentes gobiernos…”, añadió.
Ortega camina en dirección contraria a lo que se esperaría
El opositor Héctor Mairena, miembro del Consejo Político de la Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), refiere que, con la excarcelación de las 222 personas, presas políticas, el 09 de febrero, algunos sectores de la comunidad internacional o incluso de la sociedad nicaragüense se plantearon expectativas de la posibilidad que la dictadura estuviese abriéndose a la posibilidad de un dialogo con los distintos interlocutores de la comunidad internacional, pero eso “inmediatamente quedó aniquilado”.
El opositor exiliado manifiesta que la dictadura está actuando en una dirección absolutamente contraria a lo que la comunidad internacional ha demandado a través de todos estos años y como lo ha demando también la ciudadanía nicaragüense, que es, “la liberación de los presos políticos, el regreso seguro de los exiliados y la restitución de las libertades, hay más de 35 presos políticos en Nicaragua y por supuesto la prisión del Obispo Álvarez es un acto más que muestra la falta de voluntad de la dictadura de aceptar las demandas de la sociedad nicaragüense y de la comunidad internacional”.
Mairena apunta que la dictadura está caminando en una dirección de radicalización, su modelo represivo, lo que ha venido confirmando en las últimas semanas, con la confiscación de universidades, persecución, acoso, despojo de personalidad a organizaciones no gubernamentales y «una conducta radical contra la iglesia católica, consagrándose como una dictadura que persigue a la Iglesia católica”.
“Eso va a continuar hasta que la comunidad internacional y los nicaragüenses logremos frenar a la dictadura, pero lejos de significar una fortaleza de la dictadura, porque realmente lo que está demostrando es que está débil y en la medida que está débil y sufriendo erosiones y problemas internos, se sigue enconchando, cerrando, actuando en contra de lo que los nicaragüenses demandamos… podremos ver nuevas acciones represivas de la dictadura, nuevas formas de reprimir, además la dictadura no deja de sorprendernos porque ha optado por una ruta suicida”, finalizó Mairena.
Preparados para lo peor…
Al consultar al opositor y ex preso político Gabriel Putoy, sobre qué posibilidad hay que Ortega dialogue, responde que más bien la pregunta sería “¿Qué posibilidad hay que Ortega cumpla con todo lo que se acuerde en un posible dialogo?»
“Porque en algún momento de nuestra historia futura nos vamos a sentar con Ortega, los opositores y la dictadura, a dialogar salidas pacíficas, porque nosotros hemos dicho que nuestra lucha es una resistencia cívica y pacífica, por lo tanto, esto se va a terminar tarde que, temprano dialogando, aquí la pregunta que cabe es qué tanto de lo que Ortega diga va a cumplir”, expresa.
Así mismo rememora que en el 2019 se dieron unos acuerdos bastante buenos, que hasta el día de hoy el que se levantó de la mesa fue Ortega y hasta el día de hoy no ha cumplido ninguno de esos acuerdos, y “que muchos opositores seguimos diciendo que ese sería el primer paso para que se dé una continuidad a un diálogo en un futuro”.
Putoy destaca que el cumplimiento de esos acuerdos en el 2019, permitió la liberación de la mayoría de los presos políticos que había en ese momento y permitió también de que empresarios trataran de buscar una salida pacífica, sin embargo, quien se levantó de la mesa fue Ortega, “porque dialogar no es el asunto, el asunto aquí es que cumpla, Ortega no cumple”.
“Como nicaragüenses debemos de estar preparados para todo tipo de probabilidad o evento que Ortega llegue a desarrollar en nuestro país, incluso para lo peor, si hemos visto algo terrible preparémonos para algo peor. Porque si hay algo que hemos hecho los opositores desde el 2018 es que hemos desenmascarado a Ortega…”, finaliza.
Clientes de Banpro molestos por “interrupción” de algunos servicios
Con esperanzas
El máximo líder de la Iglesia Católica de Nicaragua, el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua, confía en que el diálogo ayude a resolver los problemas del país como ya lo hizo en el pasado, así lo manifestó el pasado viernes, luego que el papa Francisco criticara fuertemente al régimen de Daniel Ortega.
En entrevista con AFP, refirió que es muy difícil decir cuando comienza el diálogo, cuando termina. «Yo siempre pienso que el diálogo y el trabajo que tenemos que hacer es como esa gotita de agua: la gota de agua, yo siempre digo, no rompe la piedra por la fuerza, sino por la constancia», dijo.
You must be logged in to post a comment Login