La familia dictatorial en Nicaragua ha puesto el ojo en Laureano Ortega Murillo para ser el posible sucesor de Daniel Ortega cuando éste deje la silla presidencial por fallecimiento, sin embargo, la situación no está fácil para la dictadura, según analistas políticos y opositores.
La activista Alexa Zamora afirma que presentar a Laureano Ortega como «representante especial del Secretario General del FSLN» ante China «es una muestra clara del endoso político que le están dando».
«Es la pretensión de un sultanato, el poder se lo van a heredar a su hijo», declaró.
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Sin embargo, no hay condiciones políticas, ni culturales, ni históricas para instaurar en Nicaragua una dinastía al estilo Corea del Norte, señala por su parte el analista político José Dávila.
FSLN «no existe, es una familia»
El cargo de secretario general del FLSN lo ostenta históricamente Daniel Ortega. Colocar a Laureano Ortega en el mismo cargo de su padre «será un fracaso» porque ese es un «cargo teórico», manifestó.
«El FSLN no existe. Es un mito para tratar de aglutinar a todos los que los apoyan. Decir: Este es el Frente Sandinista. No es un partido con estructuras, sucesión de líderes, congresos ni cambio en sus planes internacionales como el de Cuba, Rusia, China y Corea del Norte. El FSLN es un partido virtual», sostuvo Dávila.
Laureano no es líder político
De acuerdo a los críticos del régimen, el intento de subirle el perfil a Laureano responde al rechazo alrededor de Rosario Murillo, esposa y vicepresidenta de Ortega.
Pero, «ninguno de los hijos de Ortega y Murillo tiene la mística que necesitan los líderes políticos. (Solamente) han aprendido consignas y discursos», declaró Dávila.
Resume que «la familia Ortega no está rodeada ni de una tradición política, ni del mínimo consenso, ni de un partido político, ni de la simpatía del pueblo. El pueblo los rechaza. Ese es un problema».
Héctor Mairena, miembro de la Unión Democrática Renovadora (Unamos), coincide en que es complejo que la familia dictatorial logre mantenerse en el poder, debido a que la población la repudia. Además, están planteando la posible sucesión en medio de «una crisis que vive la dictadura» con purgas de leales.
Laureano Ortega no cohesiona a sandinistas
«Ortega es un factor que cohesiona, aunque sea a duras penas, el orteguismo. Y ni Murillo ni Laureano están en esa capacidad. Por eso es que están excluyendo de la estructura a funcionarios en los que no tienen confianza alguna», explicó.
«No tengo dudas que Murillo sea la sucesora natural de Ortega. Eso no excluye que estén haciendo la promoción de Laureano», aunque Daniel Ortega permanecerá atornillado en el poder, incluso, aunque sus condiciones físicas no se lo permitan, sostuvo.