La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo no permitió la entrada a Nicaragua al fraile Juan Francisco Solís Melgar, vice comisario de esa orden religiosa y encargado de la región de Nicaragua, informó la investigadora de los abusos del régimen contra la iglesia católica nicaragüense, Martha Patricia Molina.
Molina dijo a Nicaragua Investiga que el padre Solís Melgar está asignado en la Fraternidad Nuestra Señora de Fátima, en la colonia Centroamérica, en Managua, y, al momento de que intentó regresar al país se encontraba cumpliendo una misión pastoral.
El padre Solís Melgar es también el representante legal del colegio Franciscano.
Oficiales de Migración tienen «órdenes» de no dejar entrar al país a ningún religioso católico
Tres más en la misma situación
Molina también indicó que hay otros tres sacerdotes a los que tampoco dejaron entrar, pero no los identificó porque dijo no tener autorización para revelar sus nombres.
Además, Molina ya había informado el primero de enero que los oficiales de Migración tienen órdenes de no dejar entrar al país a ningún religioso católico, según le filtraron bajo anonimato fuentes de esa institución.
Molina dijo a Nicaragua Investiga que esas prohibiciones ya son una práctica de la dictadura instaurada desde hace tiempo, pero, «hasta ahora me la confirman los de Migración y además varios sacerdotes también me han confirmado que han sido advertidos por ellos a no salir del país», explicó en ese momento.
«El que salga ya sabe que no entra y también a los curas que han salido se lo han advertido discretamente», enfatizó.
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Van más de 30
El último informe de Molina, de agosto del pasado año 2023, indica que la dictadura le ha impedido la entrada al país a 23 religiosos católicos y siete monjas.
Además, en los últimos días de diciembre pasado, el régimen realizó una ola de secuestros de sacerdotes y seminaristas, apresando a casi 20 de ellos, incluyendo al obispo de Siuna, Isidoro Mora, y a los monseñores Silvio Fonseca y Miguel Mántica.
