En una clínica pequeña de la capital de Panamá, en agosto de 1977, nació un niño que hoy se llama Carlos Enrique Ortega Murillo, pero se le conoce más como Tino, y es hijo de los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo.
De todos los hijos de los dictadores, nueve en total, del que menos se conoce es precisamente de Tino. Se pueden contar con los dedos de una mano las fotos que se pueden encontrar de él en internet.
Fue el día 28 de ese mes e inicialmente se llamó Carlos Ibarra Murillo, pues no es hijo biológico de Ortega, sino de Carlos Vicente Ibarra, el entonces compañero de vida de su madre.
En lo que más se parece a su madre es en el carácter. Se le ha denunciado, de manera informal, por maltratar a los empleados de Canal 4, una de las seis televisoras propiedad de los Ortega Murillo.
El origen de Tino
Ibarra Padilla, a quien se le conoce como Quincho y nació en 1958, siempre se definió como cineasta, aunque a veces también como escritor y por esos días, cuando nació su hijo Carlos Enrique, estaba planeando ir a estudiar cine a Paris, Francia, junto a Rosario Murillo, escribió Gioconda Belli en su libro El País bajo mi piel.
Tanto Ibarra como Murillo eran militantes del Frente Sandinista (FSLN), el grupo guerrillero que entonces luchaba con las armas en Nicaragua para botar a la dictadura de Anastasio Somoza Debayle.
A finales de 1976, ambos salieron al exilio, Ibarra primero, Murillo después, y se encontraron en Venezuela.
Murillo había sido secretaria en La Prensa de Pedro Joaquín Chamorro y de Pablo Antonio Cuadra. Luego, se fue a la clandestinidad y, posteriormente, tras ser apresada en Estelí, se fue tras de Ibarra, quien, perseguido por la Guardia, pidió asilo en la embajada de Venezuela y luego viajó a ese país, según cuenta el periodista Fabián Medina en su libro El preso 198.
Cuando se fue al exilio, Murillo estaba embarazada de Tino y viajó junto a sus hijos mayores, Zoilamérica y Rafael, hijos de su primer matrimonio con Jorge Narváez Parajón, ya fallecido.
De Venezuela, agobiados por las carencias económicas, Ibarra y Murillo se trasladaron a la capital de Panamá, donde vivieron en un cuarto muy pequeño, sin camas, solo en colchones, apretados, en una zona que se llaman Vía Argentina.
Aunque en un inicio Rosario Murillo era la hija más beneficiada por su padre, el rico agricultor Teódulo Murillo, luego tuvieron conflictos, tanto por el carácter de ambos, fuerte, como por decisiones de Murillo que no gustaron a su padre, como haber dejado los estudios en Europa, entre otras cosas.
Por ello, Teódulo Murillo no apoyaba económicamente a su hija que se había ido al exilio. Sin embargo, tuvo que poner a un lado la molestia y empezó a enviarle dinero para que sus nietos, Zoilamérica y Rafael, no pasaran necesidad.
Fue con ese dinero de su papá que también Rosario Murillo pudo pagar la pequeña clínica donde Tino nació, el 28 de agosto de 1977.
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El apellido Ortega
De Panamá, Ibarra y Murillo se fueron a vivir con sus hijos a Costa Rica, a la casa de la poetisa Gioconda Belli, cuenta esta última.
Fue aproximadamente para septiembre de 1977 y Belli escribió:
«Fue durante esa época cuando Rosario Murillo, con sus hijos Zoilamérica, Rafael, Tino, y el que era entonces su compañero, Quincho Ibarra, estuvieron viviendo por un par de meses en nuestra casa. Zoilamérica cuidaba a su hermanito Tino, que era un niño de meses, con una devoción maternal que me impresionó».
Fue entonces que Ibarra y Murillo debatían estudiar cine en Paris, pero tuvieron problemas y llegó la separación. Algunas versiones indican que Ibarra fue enviado a Cuba por la dirigencia del FSLN, pero otras indican que fue una separación y hasta la madre de Ibarra, Plácida Padilla, intentó mediar para que no se concretara la ruptura.
Fue inútil. Una de las versiones afirma que, cuando Ibarra regresó de Cuba, Murillo ya vivía maritalmente con Daniel Ortega, uno de los principales líderes del FSLN y su situación económica había mejorado.
Ortega llegó a la casa donde Murillo vivía con sus hijos porque, más que una vivienda familiar, se trataba en realidad de un «importante centro de actividades político militares -de seguridad se solía decir-, con mucho movimiento, entradas y salidas de gente, muchas de las cuales se quedaban a pasar la noche», según explicó Zoilamérica Ortega Murillo, cuando denunció a su padrastro de abuso sexual.
Así se reencontraron Ortega y Murillo, porque ya se conocían, y desde entonces comenzaron a vivir juntos.
Ortega y Murillo han dicho que se casaron «por las armas», en una ceremonia privada, efectuada en las montañas fronterizas entre Nicaragua y Costa Rica, mientras eran guerrilleros, en una misa oficiada por el padre Gaspar García Laviana y con el exmagistrado judicial Rafael Solís como testigo.
Lo que sí hicieron legal, una vez que los sandinistas llegaron al poder en julio de 1979, fue que Daniel Ortega adoptó como propios a los tres hijos mayores de Rosario Murillo, Zoilamérica y Rafael Narváez, así como a Tino Ibarra. De esa forma los tres pasaron a ser de apellido Ortega Murillo y Tino se llama desde entonces Carlos Enrique Ortega Murillo.
Quincho Ibarra
Se desconocen las circunstancias o si hubo algún trato entre Carlos Vicente Ibarra Padilla, Quincho, y los Ortega Murillo, para que su hijo Carlos Enrique pasara a ser de apellido Ortega, pero se debe recordar que Daniel Ortega y los sandinistas controlaron todo el poder en Nicaragua en esos años de la revolución sandinista.
Algunos reportes periodísticos, especialmente uno que publicó La Prensa en 2019, explican que Tino llegó casi a la edad adulta creyendo que Ortega era su verdadero padre.
Ibarra Padilla ha tenido más hijos, pues se ha casado dos veces, una vez en 1980, con la editora Alejandra González, de quien se divorció en abril de 1989 para, seis meses después, casarse con la profesora de danza Verónica María Arana Juárez.
Además, Quincho Ibarra Padilla está jubilado ahora, pero por décadas laboró en la cancillería de la República, primero como director de asuntos jurídicos y, en los últimos años, en gran parte de lo que lleva la dictadura Ortega Murillo, como director de seguridad democrática de la cancillería.
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Carlos Enrique Ortega Murillo, Tino
De lo poco que los medios de comunicación se han enterado sobre Tino resalta que se ocupa de la parte técnica del Canal 4 y de las transmisiones de las ligas locales de béisbol.
Tino es codirector del Canal 4 junto a su hermano Daniel Edmundo y en el año 2000 se graduó como ingeniero electrónico en la Universidad Nacional de Ingeniería (UNI).
También le han señalado que no tiene buena relación con su madre, Rosario Murillo y que Daniel Ortega trata de mediar entre las personalidades de ambos, de Murillo avasalladora, según explica un reportaje del diario español El País.
Por su parte, Tino tiene también carácter fuerte y personas que han laborado en el Canal 4 indicaron a Nicaragua Investiga que es «rencoroso» y que maltrata a los empleados del canal.
«Él tipo es un déspota. Él se encargaba de las transmisiones de Daniel Ortega y a los camarógrafos los trataba fuerte, con palabras soeces. Es un trato similar al que da Rosario Murillo, fuerte, vulgar», dijo una de las fuentes a Nicaragua Investiga.
Varios fueron los empleados que se quejaron, en pláticas informales, con camarógrafos y periodistas de otros medios oficialistas, y así fue llegando a oídos del hermano Daniel Edmundo, quien tomó cartas en el asunto y posteriormente se trató de que Tino no tuviera tanta relación con los empleados del canal.
Es así que entró en escena Alfredo Vanegas, del área administrativa, quien pasó a tener más relación con los empleados en vez de Tino, todo con tal de que no hubiera más maltratos laborales.
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«A Tino nada lo detiene si quiere tratar mal a los trabajadores, encimar de quien esté lo hace», dijo la fuente.
A pesar de las diferencias entre madre e hijo, en algunas cosas se entienden y Tino ha participado en muchos de los proyectos de su madre. Por ejemplo, en el año 1998, Tino fue segundo vocal de la Fundación para el Amor (Fund-Amor), un proyecto de Rosario Murillo para «promover relaciones respetuosas».
En el año 2003, Tino fue el tesorero de la Asociación para la Promoción del Turismo Solidario (Tusol), otro proyecto presidido igualmente por su madre.
En su testimonio contra Daniel Ortega, Zoilamérica Ortega dejó claro que el único miembro de la familia que la había apoyado fue Tino.
«Debo mencionar que el estar viviendo sola, provocó que mi hermano Tino intensificara su acercamiento. Él y yo hemos desarrollado una relación especial a pesar de lo que nos separa de toda esta historia. Yo sentí que quiso estar a mi lado y al de mis hijos durante mi etapa de separación», escribió Zoilamérica.
Esa estrechez de relaciones pudo obedecer a que Zoilamérica fue como una segunda madre para Tino, pues lo cuidó desde que él estaba recién nacido en Costa Rica.
Sin embargo, Tino siguió plegado a su madre y a Daniel Ortega y hoy goza de los beneficios que le otorga la dictadura.
Reportes periodísticos han revelado, por ejemplo, que su esposa, Katherine Argeñal, es gerente general de Petronic, después de haberse graduado como master en administración de empresas, en la especialidad en finanzas y mercadeo, en la UAM, en 2016.
