Mujeres ocupan espacios mínimos dentro de la Coalición Nacional

La oficialización en las representaciones de los diferentes partidos y organizaciones que conforman la Coalición Nacional, muestra como las mujeres continúan ocupando una cantidad mínima de espacios públicos.

De las 7 organizaciones que conforman el bloque opositor, únicamente tres escogieron a mujeres para que les representen en el Comité Nacional. Lo que deja un total de cinco mujeres frente a 16 hombres, como representantes del órgano.

Yatama, Alianza Cívica y UNAB, son los únicos tres sectores que han seleccionado a mujeres como sus representantes, mientras el Movimiento Campesino, PLC, FDN y PRD, se encuentran conformados en su totalidad por hombres.

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Carmen Chamorro, Secretaria Ejecutiva de Construimos Nicaragua, asegura que no existe representación de mujeres en estos espacios “porque ni siquiera en sus bases tienen mujeres tradicionalmente”.

Y asegura que es una de las “diferencias más marcadas” en relación a la composición de las organizaciones que surgieron a partir de abril, las cuales considera “son un poco más equitativas en ese sentido, aunque aún hay que hacer un arduo trabajo por visibilizar los liderazgos de las mujeres”.

La antropóloga María José Díaz considera que antes de cuestionarse la distribución de estos espacios deben celebrase, ya que esto “muestra que desde lo interno las mujeres han ganado esos espacios, han disputado, han dialogado”.

Destaca que, a diferencia de otros momentos de la historia reciente de Nicaragua, hay mayor participación de las mujeres en diferentes sectores y están siendo rostros visibles de esas demandas.

Sin embargo, Díaz señala que lo que sucede en la Coalición Nacional es solo un reflejo de lo que en realidad pasa en la sociedad, donde existe una cultura machista que no está dispuesta a escuchar con plenitud las demandas de las mujeres.

Mujeres son mayormente criticadas en los espacios públicos

Un factor que puede afectar de forma indirecta en la participación de las mujeres en los diferentes espacios, es la cantidad de críticas a las que son sometidas.

Chamorro asegura que las mujeres siempre son “ninguneadas” y se les critica más por cuestiones como su apariencia, o en lo que creen, y no tanto por sus propuestas. Contrario a lo que sucede en el caso de los hombres.

Anely Pérez, representante de la Alianza Cívica, comparte que una vez observó un comentario que mencionaba que esto “no era un concurso de belleza”, en alusión a que apareciera su fotografía en el grupo de los representantes para el Comité.

Pérez lamenta que esta sea la forma en que las mujeres son observadas, “para representar a la belleza”.

“Hay que luchar contracorriente” dice Chamorro y destaca que, como mujer, las capacidades deben mostrase al doble, se debe sobresalir, para que se les pueda reconocer su valor como personas.

Partidos políticos continúan siendo espacios liderados por hombres

Los partidos políticos son la imagen más clara de la cultura vieja, “donde las mujeres son solo un número, donde son importantes para llenar una cuota, y no porque su representación y su agenda política esté visibilizada” comparte Díaz.

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Chamorro, por su parte, agrega que esto sucede porque es la forma en que se han desarrollado históricamente, “no le vas a pedir al FDN, que es un grupo de combatientes de la contra, que tengan más mujeres, cuando desde que se conformaron han sido principalmente liderazgos hombres”.

Tamara Dávila, representante de la UNAB, asegura que para las mujeres es aún más difícil ocupar estos espacios, y que una vez dentro es otro reto que sus voces sean escuchadas.

Resalta que “los espacios que las mujeres ocupamos en cualquier instancia de participación política y ciudadana, no es porque nos lo regalan, es porque luchamos por tenerlos”.

Por otro lado, la antropóloga Díaz alerta que, aunque una mujer sea vocera de un partido político no necesariamente puede estar hablando de los derechos de las mujeres dentro de ese partido, sino que está siendo vocera, y a veces el ocupar un espacio de vocería se puede leer como un avance pero que en la práctica no necesariamente es así.

A opinión de la Dra. Pérez, las mujeres también podrían estarse alejando del rostro público debido a las represalias y amenazas que esto podría simbolizar para su integridad, y por ello “en un estado democrático es más fácil que las mujeres puedan acceder a las representaciones porque no hay temor y hay condiciones”.

Pérez espera que, en el Comité Nacional, cuando toque tomar decisiones importantes, “definitivamente lo hagan en representación no de ellos como hombres, sino de la población nicaragüense que, en este caso, la mayoría, un 51% somos mujeres”.

Cambios estructurales, aún lejos de alcanzarse

La antropóloga Díaz señala que la sociedad nicaragüense aún no está preparada para incluir dentro de su agenda social y política los derechos de las mujeres, y que ese “es el último eslabón de libertad que se va a estar conquistando como sociedad”.

Frente a esto, el reto de las mujeres es continuar demandando que se les abran los espacios, los cuales desde hace tiempo han ocupado solo que fuera del ojo público.

Díaz destaca que las mujeres están en las calles, demandando justicia transicional, defendiendo la tierra, defendiendo los derechos sobre sus cuerpos, y que esa es la participación que debe destacarse e impulsarse.

“Yo celebro que estén estas mujeres, creo que podrían haber muchísimas más mujeres, y aunque seamos profundamente incómodas seguiremos nombrando la acción machista, venga de donde venga”.

Destaca que “el fundamento de la dictadura de Ortega y Murillo se basa en un fundamento patriarcal, basado en la fuerza, de querer controlar y en los abusos sexuales” y que cualquier conducta que se le parezca a esta estructura “es lo que las mujeres deberíamos seguir demandando, transformaciones, y esperamos que en próximas manifestaciones de una estructura de la Coalición Nacional sean mujeres las que vayan demandando sus propios espacios y que sean escuchadas legítimamente como corresponde”.