Los dedos de alguien o de algunos son los que deciden a los candidatos presidenciales en Nicaragua, al menos esa ha sido la tendencia histórica que sigue repitiéndose hasta esta fecha y por la cual la oposición política del país asegura que trabaja para cambiar.
Además de controlar al Estado, Daniel Ortega tiene en su poder al Frente Sandinista de Liberación Nacional y parecer ser el único que toma las decisiones en ese partido que no ha tenido a un candidato diferente a Ortega en toda su historia, pues desde 1984, hace 36 años «El Comandante» es el único que representa a su partido en las contiendas electorales
En estos días la oposición se debate en un sin número de temas y aunque los distintos grupos detractores de Ortega alegan trabajar por la unidad, parecieran ignorar esa demanda nacional y más bien enfocan sus esfuerzos en la selección de un candidato único.
La Coalición Nacional prepara un mecanismo de selección democrática que permita escoger a un candidato único de ese bloque opositor. El método sería una elección cerrada en donde el ungido para representarlos en los comicios saldría entre sus mismos miembros, pero estarían corriendo el riesgo de dividir el voto si sus similares de la Alianza Cívica y Ciudadanos por la Libertad, escogen a su candidato por aparte.
¿Cuáles son los requisitos que debe reunir un candidato presidencial?
No se pueden hacer primarias
Lo cierto es que hacen falta casi 9 meses para los comicios presidenciales y a criterio del experto en temas electorales José Antonio Peraza, en Nicaragua no se puede realizar un proceso de elecciones primarias para escoger a un candidato, y mucho menos si se trata de un proceso abierto «porque estamos en dictadura, no sabemos cómo se podrían administrar y es un poco complejo».
De acuerdo a la Ley, el Consejo Supremo Electoral es el que debe organizar un proceso de elecciones primarias y para el Dr. Carlos Tünnerman no se pueden realizar elecciones primarias con un Poder Electoral controlado por Daniel Ortega. La misma opinión tiene Peraza, quien agrega que el actual CSE no tiene la capacidad para organizar unas primarias y tampoco goza de la confianza de la población ni de los opositores.
Para escoger a un candidato en elecciones primarias, se necesitarían abrir Juntas Receptoras de Votos en todos los departamentos y municipios, y «para poder hacer eso necesitaríamos un proceso de amplitud y libertades que no tenemos en este momento», resalta Peraza.
5 promesas incumplidas por Daniel Ortega durante sus años de gobierno
Pero la falta de confianza en el Poder Electoral no es el único motivo por el cual es complejo realizar primarias. El experto Constitucional y miembro del Grupo Promotor de Reformas Electorales, Gabriel Álvarez, señala que las elecciones sí darían legitimidad a un candidato pero «yo he escuchado que las primarias han sido descartadas por la mayoría de los liderazgos (de oposición) porque ya no hay tiempo» para organizarlas.
«A mí me parece razonable decir que no hay tiempo. Yo no veo ni tiempo ni condiciones propicias. No veo condiciones adecuadas para primarias» resalta Álvarez, mientras que el director ejecutivo de la Alianza Cívica, José Dávila ve otro problema además de la desconfianza en el CSE y la falta de tiempo, y es que podría significar un factor que profundice la división de los opositores.
Para Dávila, el proceso de elecciones primarias «es un buen principio, siempre se ve bien, pero a veces aún a nivel entre partidos dejan heridas». El director ejecutivo de la AC destaca que las primarias son un mecanismo saludable por la legitimidad que se puede alcanzar, además de la fortaleza que le da al candidato, pero insiste en que es un procedimiento peligroso de hacerse durante el gobierno de Daniel Ortega «que ya sabemos que tiene múltiples mecanismos para incidir y penetrar».
¿Cuál puede ser la solución?
Si no es por elecciones primarias, entonces ¿Cómo escoger al candidato único de la oposición? José Antonio Peraza opina que hay mecanismos que se han implementando en otros países y que han dado resultados, como encuestas, grupos focales, entrevistas a profundidad, consultas con las grandes mayorías, y el debate sano de propuestas.
Una opción similar contempla Gabriel Álvarez, quien detalla que se deben buscar «mecanismos de consenso, criterios, principios, perfiles que traten de asegurar la escogencia del mejor candidato o candidata para el país» y resalta que los mecanismos no son el fin, si no un método para llegar a ese fin.
Así fue como la UNO seleccionó a Violeta Barrios para que enfrentara a Daniel Ortega en 1990
«No sé si por falta de capacidad o no quieren competir, o por la represión, pero yo no he visto ninguna vocación de establecer un método donde se le consulte a la mayoría del pueblo de Nicaragua» considera José Antonio Peraza.
Por su parte, José Dávila reconoce que a lo interno de la Alianza Cívica y su bloque que mantiene con CxL aún no se habla sobre un método de selección de candidato pero sí coincide en que «hay cinco o seis mecanismos adyacentes que podrían ayudar» y menciona que podrían hacerse encuestas, consultas con distintos sectores de la sociedad, periodistas, diplomáticos, grupos focales y estudios de opinión pública.
También, el político resalta que la oposición «debería tener esa madurez» para aceptar al candidato ganador debido a las experiencias de otros países en donde los grupos opositores terminan divididos. A pesar de ello, Peraza considera que es importante definir un buen método que sea cualitativo, precisamente para conocer las cualidades de la persona que aspire a la presidencia u otros cargos de elección popular.
Sin embargo, independientemente del método que los opositores escojan para seleccionar a su candidato, Álvarez y Peraza enfatizan en que es fundamental que la población conozca las propuestas que puedan ofrecer estos personajes para dar respuesta a los problemas que aquejan a millones de nicaragüenses.
¿Cuáles son las fortalezas y las debilidades de la Alianza Cívica y la Coalición Nacional?
«No podemos escoger a alguien solo porque es el más popular porque podría haber una persona muy popular y sin capacidades para dirigir a Nicaragua» o viceversa, con capacidad pero sin la simpatía necesaria de la población, explica Peraza.
Álvarez también menciona que es necesario un método de validación democrática que respalde a ese candidato pero advierte que los mecanismos funcionan en determinados contextos y lo más normal es que haya una regulación general y con los mismos criterios y procedimientos para la escogencia del candidato idóneo, «y eso no lo estoy viendo. Parece que cada organización está estableciendo sus propios criterios, por lo tanto parece que cada organización va a llevar a su candidato o su candidata que habrán recorrido distintos mecanismos procedimentales para la selección de sus candidaturas y con distintos universos de consultados».
You must be logged in to post a comment Login