Miguel Mora, aspirante presidencial propuesto por el Partido de Restauración Democrática (PRD), ante la Coalición Nacional ofreció una amplia entrevista a Nicaragua Investiga para sentar sus posiciones de cara a las elecciones de noviembre.
Al preguntarle en torno a las críticas de algunas organizaciones de sociedad civil, principalmente integradas por familiares de víctimas de la represión estatal que consideran que es inoportuno pensar en elecciones sin antes haber garantizado justicia y condiciones que permitan el respeto a las libertades ciudadanas, Mora dijo que «la otra salida es la guerra, van a ir a la guerra?, se preguntó.
«El gran semáforo que va a marcarnos el verde, el amarillo, o el rojo, será el 30 de mayo cuando la comunidad internacional diga: «hay condiciones, no hay condiciones», manifestó el político.
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El fundador de 100% Noticias «descarta» desde ya la guerra y que tiene que hacer resistencia con base a la coyuntura actual que son «elecciones».
Mora se mostró incómodo cuando se le consultó sobre el nivel de popularidad del PRD. «Te quedaste en el 2016, estamos en el 2021, todo mundo se queda como congelado en el tiempo (…) hoy el Partido de Restauración Democrática no es el mismo de 2016», dijo al periodista de Nicaragua Investiga.
Al PRD se le acusó desde 2011 de ser «colaboracionista» del Frente Sandinista de Liberación Nacional y haber participado en varios procesos electorales solamente para dar credibilidad a las elecciones organizadas por el actual gobierno. De hecho, el mismo Miguel Mora en su momento apoyó públicamente al mandatario Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, desde el espacio de debates que dirigía en su medio de comunicación. Ahora, tras seis meses en prisión y la confiscación de su televisora, Mora se declara completamente ajeno a aquellas posiciones políticas y califica como «dictador» a Ortega manteniendo un discurso crítico y confrontativo.
PRD, un partido que «creció»
Mora dice que el PRD tiene todas las estructuras nacionales creadas para dar la cara en las elecciones de noviembre. «Yo soy testigo de eso», expresó cuando se le preguntó si tienen nuevas encuestas que confirmen que ese partido ha crecido en militancia, tal y como él asegura.
«Muchos piden a la oposición en medio de una férrea represión que nosotros demostremos estadísticas, que nosotros demostremos gente, que nosotros demostremos lo otro, como que no estamos viviendo en Nicaragua, en Nicaragua no podés hacer eso, incluso tenés que hacer reuniones clandestinas», dijo el candidato aliado de Saturnino Serrato luego de llamar al periodismo a «aterrizar en la realidad».
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Mora dijo que no está de acuerdo con que se imponga «el dedazo» y que apuesta por los resultados de una macroencuesta que reflejen la preferencia de los nicaragüenses para que el candidato único de la oposición emerja de entre más de 10 aspirantes que han manifestado su interés hasta ahora. «No me llama la atención», dijo cuando le consultamos si estaba dispuesto a asumir otro cargo en caso de no quedar electo como candidato presidencial.
«Ser candidato en este país en este momento no es privilegio, más bien es una amenaza directa de muerte a vos y a tu familia», dijo Mora y agregó que cree haber dejado claro haber «asumido las consecuencias de mi postura política».
«A mi me meten a la política a la fuerza, cuando me torturan, cuando me confiscan», aseguró Mora, que dijo que siempre se ha sentido más cómodo como empresario, pero que vio la necesidad de tener «espíritu de servicio al público».
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