Este miércoles la Organización de Estados Americanos (OEA) llevó a cabo su 51 Asamblea General con la mira puesta en Nicaragua, luego que el país llevara a cabo este pasado 7 de noviembre unas polémicas votaciones en las cuales Daniel Ortega se aseguró un cuarto mandato consecutivo.
El Secretario de Estado para Iberoamérica y el Caribe y el Español en el Mundo, Juan Fernández Trigo, fue el primero en referirse a la situación de Nicaragua durante la Asamblea. «España junto al resto de la Unión Europea no reconoce los resultados de unos comicios que carecen de garantías y legitimidad desde el momento en que se detiene, se ilegaliza y se impide la participación de la oposición» sostuvo.
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Marina Sereni, viceministra de Relaciones Exteriores de Italia, también expresó la preocupación de su país por la «falta de credibilidad democrática» en los comicios del 7 de noviembre y pidió «una solución pacífica y negociada a la crisis, que implica la liberación inmediata de todos los presos políticos y la reanudación del diálogo entre el Gobierno, los partidos de oposición y las organizaciones de la sociedad civil».
De igual forma, Johannes Matyassy, subsecretario de Estado del Departamento de Asuntos Extereriores de Suiza, indicó que siguen con preocupación el hecho que las votaciones generales de Nicaragua no hayan alcanzado los estándares internacionales para ser consideradas elecciones democráticas.
«Suiza ha sido durante años uno de los donantes mas importantes en Nicaragua, hemos apoyado firmemente los esfuerzos por una reforma electoral y por una diálogo inclusivo, por ello seguimos con especial atención los desarrollos en el país y llamamos a la restauración de la gobernabilidad democrática, del respeto de los derechos humanos y de la liberación de los presos políticos» dijo Matyassy.
«Nicaragua votó libremente»
Por su parte, el representante de Nicaragua ante la OEA, Arturo Mcfields Yescas, intervino durante la Asamblea General en defensa de los cuestionados comicios. «En Nicaragua se votó de manera libre, libre de presiones, libre de chantajes, libre de injerencias y libre de sanciones. 65% de la población partició y 75% dio su respaldo a la gran Alianza Unida Nicaragua Triunfa» sostuvo Mcfields.
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Las declaraciones del funcionario nicaragüense se dan en medio de fuertes señalamientos de la comunidad internacional que alegan que las votaciones carecieron de credibilidad y que se trató más bien de una «farsa» organizada por Ortega para postergar su estadía en el poder.
Asimismo, aunque Mcfields y las autoridads electorales nicaragüenses defienden que la participación ciudadana en estas votaciones fue de un 65.26%, el observatorio ciudadano Urnas Abiertas reportó en horas de la noche que hubo un abstencionismo ciudadano del 81.5% durante el polémico proceso.
Una respuesta conjunta
Ricardo Zúñiga, Secretario Adjunto Principal de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, ya había indicado en una conferencia de prensa vía telefónica la tarde del martes que esperaba que a través de esta Asamblea General emitieran una respuesta conjunta sobre las votaciones nicaragüenses.
«La región debe ahora promover la rendición de cuentas por parte del gobierno de Ortega-Murillo, de impulsar acciones en virtud de la Carta Democrática Interamericana… los países de la OEA deben exigir juntos la restaruración de la democracia en Nicaragua y liberación inmediata e incondicional de los presos políticos» señaló.
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