Tras la vacunación contra la COVID-19, muchas personas se han preguntado sobre algunas contraindicaciones para consumir alcohol luego de recibir la primera dosis. La directora sanitaria de Rusia, Anna Popova, orientó en diciembre del año pasado que las personas debían dejar de consumir bebidas alcohólicas al menos dos semanas antes de recibir la primera dosis, y posterior continuar absteniéndose durante 42 días más.
¿Qué hacer luego de recibir la primera vacuna contra la COVID-19?
La funcionaria rusa advirtió que el alcohol reduciría la capacidad del cuerpo para desarrollar inmunidad al COVID-19, ya que Rusia es considerado uno de los países con la mayor tasa de consumo de alcohol en el mundo.
Sin embargo, actualmente no hay estudios médicos internacionales que indiquen que tomar dos o tres copas de alcohol – consumo moderado – puede reducir la eficacia de las vacunas, aunque si se conoce y está probado que el consumo excesivo de este producto puede empeorar el sistema inmunitario.
Ni la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ni la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por su sigla en inglés), han dado a conocer algún estudio clínico sobre el consumo de alcohol para personas que han recibido las dosis de vacunas contra la COVID-19, y que representen una especie de alerta para la eficacia de las misma.
Incluso, en Estados Unidos algunos expertos han afirmado que los ensayos clínicos de las vacunas contra el coronavirus que actualmente están aprobadas en este país, no analizan si específicamente el alcohol tiene algún impacto en la eficacia de las vacunas.
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No obstante, médicos han recomendado hacer un consumo moderado de alcohol, es decir, dos bebidas al día para los hombres y un máximo de una bebida al día para las mujeres, ya que el consumo excesivo – especialmente a largo plazo – puede suprimir el sistema inmunitario y por ende «interferir» en la eficacia de la vacuna.
Médico nicaragüense dice que no existen contraindicaciones
Por su parte, el epidemiólogo Leonel Argüello, en entrevista a Nicaragua Investiga desmintió el rumor que el alcohol es contraindicado tras la vacunación, pues a su criterio, no ejerce ninguna función. Sin embargo, recomienda hacerlo dos días después de inmunizarse para evitar confundir «las reacciones de la vacuna, con las reacciones que podría generar el licor».
«La persona después de haber sido vacunada puede ingerir perfectamente licor», dijo Argüello.
La profesora del Centro Médico de la Universidad de Nebraska de Estados Unidos, Angela Hewlett – quien decidió no alcoholizarse tras ser vacunada – en entrevista a The New York Times dijo que «tomar una copa de champán probablemente no inhibirá ninguna respuesta inmune”, y agregó “creo que tomar una bebida de celebración con moderación está bien”.
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Sin embargo, para la doctora Hewlett es imprescindible aclarar sobre la necesidad de moderar el consumo de bebidas alcohólicas, de lo contrario, esto puede ocasionar problemas graves de la personas e incluso, deteriora la respuesta inmune y «aumenta la susceptibilidad a las infecciones bacterianas y víricas».
Además, beber en exceso —junto con la resaca que puede provocar— permite que los típicos efectos secundarios que genera la vacuna contra la COVID-19 se extiendan, y «hacer que la persona se sienta peor».
Y aunque estos síntomas indiquen que su organismo está adquiriendo inmunidad, como lo ha explicado la OPS; Argüello sostuvo que pueden convertirse en alarma cuando estos padecimientos incrementan con el pasar del tiempo, por lo que muchas personas deberán acudir inmediatamente a su médico.
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