Al menos 564 nicaragüenses tuvieron que soportar un fuerte aguacero la noche de este 23 de julio en la frontera de Costa Rica con Nicaragua, mientras continúan esperando que el gobierno de Daniel Ortega les permita la entrada al país.
Este es el quinto día en que los nicas permanecen varados soportando hambre, lluvia, sol y expuestos al contagio del COVID19, pues se encuentran a la intemperie sin ningún tipo de medida de prevención. En el grupo hay mujeres embarazadas y menores de edad.
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«De qué sirvió cuidarnos en Costa Rica si aquí nos vamos a contagiar» reclama una de las ciudadanas varadas mientras detalla que «no nos hemos bañado desde que estamos aquí», en declaraciones brindadas a 100% Noticias.
En total, son 564 nicaragüenses los que permanecen varados en la frontera, mientras un grupo de agentes antidisturbios de la Policía Nacional mantiene un cordón en la línea fronteriza para evitar que los nicas ingresen a su propio país.
Ortega les exige prueba del COVID19
La directora general de Migración y Extranjería de Costa Rica, Raquel Vargas, advirtió a los nicaragüenses que desean volver a su país, que el gobierno de Nicaragua está solicitando el resultado negativo de la prueba de COVID19 a todos los que se dispongan a entrar al territorio nacional.
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«Indicamos a todas las personas, nicaragüenses o no, que deban hacer ingresos a Nicaragua deben aportar este resultado de laboratorio» explicó Vargas y agregó que la frontera de Peñas Blancas es un espacio pequeño en donde no es posible mantener a las personas aplicando medidas sanitaria.
El Ministerio de Salud nicaragüense también emitió una resolución ministerial en donde informa que solicitará prueba negativa de COVID19 a extranjeros y nacionales para que puedan entrar al país. En caso de presentar síntomas relacionados a la pandemia, los extranjeros no podrán entrar al país y los nacionales deberán realizar cuarentena.
Más de 500 nicas están varados en Peñas Blancas. Foto: Cortesía CPDH
De igual manera, el MINSA informó que realizará pruebas de COVID19 bajo un costo de 150 dólares y sin darle autorización a laboratorios y hospitales privados para hacer la prueba.
El gobierno de Ortega solicita el resultado negativo de esta prueba pero no la garantiza para sus conciudadanos. El presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada, José Adán Aguerri, criticó recientemente el hecho de que Nicaragua hay comprado 100 mil pruebas de COVID19 con impuestos de los ciudadanos pero cobre 150 dólares por aplicar la prueba.
A esas 100 mil pruebas adquiridas con fondos públicos, debe agregarse las 26 mil que donó el Banco Centroamericano de Integración Económica, más 5 mil que donó Rusia y de las cuales no se ha rendido cuentas.
Los nicaragüenses varados en Peñas Blancas expresaron que no tienen los recursos suficientes para pagar el costo de la prueba. «Es imposible conseguir 150 dólares» cuando hay algunos que salieron con lo completo para llegar hasta sus hogares en Nicaragua, expresó uno de los afectados.
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De igual manera, algunos expresaron que el poco dinero que llevaban ya se lo han gastado en comida y demás necesidades que han tenido que atender durante su estadía en la frontera. Los nicas también denunciaron que las autoridades nicaragüenses les expresaron que ellos mismos deben encargarse de hacerse las pruebas por sus propios medios
El otro problema que enfrentan los nicaragüenses es que no pueden buscar la prueba a menor costo en Costa Rica porque en el vecino país solamente realizan la prueba a quien presente los síntomas, según explicaron los afectados.
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