A medida que pasa el tiempo, las presiones entre la directiva del periódico La Prensa y su exgerente general Hugo Holmann Chamorro se profundizan más. Holmann está demandando a las empresas: Editorial La Prensa, Inversiones Mayales SA, Brighton Place Inc y Editorial La Prensa LLC por un monto de 2 millones 38 mil 900 dólares por supuestas violaciones a sus derechos humanos y laborales.
Sin embargo el periódico se defendió este viernes a través de una nota publicada en su sitio web en donde detalla que a Holmann se le pagó su indemnización por antigüedad, vacaciones acumuladas y pagos pendientes por bonos por un monto que asciende los 400 mil dólares.
Según un artículo del mismo diario este viernes, Hugo Holmann ganaba un salario diario de 515 dólares al día, 15,450 dólares al mes.
La Prensa señala que además de la indemnización, Holman recibió una camioneta Toyota Land Cruiser que se había asignado.
Reporteros rompen el silencio y denuncian malos tratos
Un día antes, el equipo de reporteros del periódico más antiguo del país denunciaron a Holmann por tratos a los periodistas de ese medio de comunicación cuando fungió en el cargo por más de diez años. «Humillaba a los editores y periodistas haciéndoles cuestionamientos sobre información que a él le parecía como publicidad e interrogaba cuánto le pagaba al periodista por esa publicación», es una de las denuncias en contra Holmann.
«Durante su gestión Holmann maltrató verbal y psicológicamente al personal de Redacción, al punto que su sola presencia en las oficinas generaba temor y tensaba el ambiente laboral», denunciaron los periodistas.
Destacan que les arrebató los «beneficios que por años esta empresa dio a sus trabajadores, como regalías de fin de año, atención médica, gastos en medicinas, canastas básicas, redujo a cero la repartición de utilidades entre los colaboradores».
Hugo Holmann ordenó un drástico recorte de periodistas en medio de la retención a la materia prima que mantuvo el gobierno contra el diario.
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Hasta el papel higiénico era escaso
Como parte de las denuncias, quitaba de los los nuevos contratos laborales el pago de horas extras fijas. «Pese a que exigía al personal trabajar más de ocho horas aduciendo que afuera había gente sin empleo dispuesta a cobrar menos por hacer nuestro trabajo».
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«Las medidas severas de austeridad de Holmann eran tales que en redacción hasta el papel higiénico escaseaba y se hacían malabares para que el azúcar y el café no se agotaran antes de finalizar el mes».
Esto se daba por unas supuestas medidas de Holmann para crear más ingresos al diario que enfrentaba una seria crisis económica.
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