Durante el año 2020, las autoridades policiales aseguran que brindaron atención especializada a 39 mil 661 jóvenes con problemas de adicciones. Aunque las sustancias no fueron especificadas, es notable como desde edades tempranas existe un abuso de sustancias tanto lícitas como ilícitas en el país.
Expertos sostienen que para afrontar el problema es necesario actuar sobre la droga, la persona y el ambiente. Nicaragua, por su posición geográfica, es considerada una de las principales rutas para el tránsito de drogas, el mismo presidente Donald Trump reconoció al país como tal para el año fiscal 2021, por lo que se requieren adoptar medidas adecuadas para el control de su producción.
Nicaragua es incluida en lista de principales países de tránsito o producción de drogas
De igual forma, se requieren acciones para adaptar un ambiente físico, ético y socio cultural estable, y para promover en la juventud valores que refuercen la autoestima y presenten alternativas saludables para su desarrollo, según señalaba Alfonso Gaitán Leiva en una presentación respecto a los problemas sociales de la niñez y la adolescencia.
Gaitán destacaba que muchas personas inician a consumir drogas desde los 12 o 13 años, y generalmente lo hacen por curiosidad o presión de grupo, ya que al inicio «raramente se consume sin compañía»; o bien puede ser para evadir la realidad, debido a problemas dentro del hogar o la escuela; o por engaño, pues existe información que circula sobre el placer de las drogas sin mencionar los efectos tras el consumo.
Familia: la primera escuela
Marvin Navarro, psicoterapeuta especialista en adicciones, destaca que todos esos factores de riesgos aumentan el consumo, y para él el origen están en la familia pues desde acá deben establecer límites y transmitirse seguridad, autoestima y confianza en los primeros años de niñez. «Puede haber planes de gobierno educativos y muchos más, pero si en la misma familia no hay una educación para prevenir esto, hay vulnerabilidad en los jóvenes» afirma.
El especialista destaca que al trabajar con los jóvenes también lo hace con sus familiares, pues si este se encuentra en un estado de negación no será posible su reinserción y rehabilitación, y sostiene que «todos estos procesos son un trabajo en equipo».
«El origen es desde la familia, la falta de educación, la falta de supervisión» y alerta que actualmente el fenómeno de la mala administración de los medios tecnológicos también está influyendo a que exista disfuncionalidad en los entornos familiares pues los menores se aislan en sus habitaciones, y muchas veces estas herramientas pueden ser portales «ya que los niños y adolescentes despiertan la curiosidad y ven estos escenarios que tratan de imitar o repetir». Para Navarro la situación está «saliéndose de las manos» de los padres. «Podrán existir programas, podrán existir proyectos recreacionales, pero hay una distracción que esta interrumpiendo la sensibilización a esas situaciones».
Fácil acceso
Otro punto que influye es el fácil acceso que existe en Nicaragua a las drogas socialmente aceptadas y también a aquellas que son ilegales. El psicotrapeuta señala que aunque muchos no sea vista como una droga la nicotina es la más letal pues a nivel mundial produce las mayores muertes por cáncer, otra sustancia legal es el alcohol «y como está accesible en todas partes y fiestas juveniles entonces es notable que las estadísticas incrementen».
Navarro recuerda como en las escuelas primarias puede observarse a menores que consumen cigarro y abiertamente las pulperías o expendios les venden sin licencia, y es así como pasan «de la etapa del uso al abuso, y luego son dependientes y requieren de la sustancia, hasta que llegan a la adicción».
El suicidio y las señales de alerta
Entre las sustancias ilegales, Navarro comparte que una de las más letales y que es adictivia es el crack «que es donde nosotros vemos que se nos está saliendo de las manos estos muchachos». Un estudio de 2006 de la Secretaría de la Juventud reveló que el 56% de los adolescentes en Nicaragua han consumido drogas, principalmente crack.
El especialista revela que otras sustancias con alta incidencia en el país son la marihuana, que «aunque se crea que no hace daño tiene un gran impacto», la cocaína que «está a nivel de personas en las clases medias y altas por el costo», y las artesanales «que las fabrican por curiosidad o porque las ven en las redes». La accesibilidad a estas sustancias podría ser otra razón por la cual se mantienen cifras tan altas de adicciones en la población joven nicaragüense.
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