Cuando Germán García era apenas un niño subía a su bicicleta y hacía lleno de ansías un largo trayecto hacia la casa de su abuelita para aprovechar el servicio de cable que ella tenía contratado. Su motivación: Ver SportCenter, uno de los más reconocidos programas de la cadena ESPN.

Para Germán el deporte era de las cosas que más disfrutaba. Era tanta la adrenalina que le despertaba que decidió convertirse en cronista deportivo. Pronto era el más joven en el equipo de Edgard Tijerino. Ahí estaba de pronto un adolescente de 16 años comentando junto al mejor de su ramo en uno de los programas de deporte más escuchados de Nicaragua; Doble Play. Solo tres años más tarde estaba en otro privilegiado lugar, la sala de redacción deportiva del diario La Prensa.

Para este joven cronista ser prematuro es parte de su historia de vida. Con solo 21 años se ganó una beca para estudiar una maestría en periodismo deportivo en España y pasó un año laborando para diario Marca, considerado el periódico de referencia en temas deportivos y el más leído y vendido en ese país.

Un par de años después entró al mundo de la literatura, escribiendo dos libros, «Caupolicán Moderno», sobre la vida del atleta Orlando Vásquez y «La Luz de La Esperanza» sobre la vida y trayectoria del boxeador Román «Chocolatito» González.

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En 2020, teniendo 25 años de edad es nombrado editor de deportes del diario La Prensa… hasta hoy, que anunció su salida de ese medio de comunicación para tomar la oportunidad que se le abrió en aquel admirado ESPN de su infancia cuando siendo un niño disfrutaba de la programación de ese canal sin imaginarse que un día él mismo sería parte de la plana de colaboradores de aquel gigante televisivo del deporte.

«No hubo magia»

Germán García nos cuenta cómo se abrieron aquellas puertas. «En la aplicación a ESPN no hubo magia, sino que apliqué a través de Linked y envié todos mis datos y luego de un proceso de cuatro entrevistas recibí la noticia que había sido seleccionado para el puesto de asistente de editor», nos revela.

«Me mudo de Miami a Bristol, Connecticut en donde están los estudios centrales porque es un trabajo de tiempo completo», continúa contando.

Y es que Germán, al igual que muchos otros periodistas nicaragüenses se vio obligado al exilio tras la crisis sociopolítica de 2018. En su caso su salida definitiva del país ocurrió en agosto de 2021. Lleno de incertidumbre y temores como todos los que dejan su patria de forma inesperada, el joven cronista supo que debía refugiarse en su pasión, y continúo escribiendo sobre deporte de manera decidida y buscando nuevos horizontes para seguir creciendo profesionalmente. Fue en ese duro exilio que se enteró de la muerte de su abuelita sin poder asistir a sus honras fúnebres.

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Ahora, nos dice que no tiene temor por los retos que representan trabajar para una cadena tan importante como ESPN. «Más que temor diría que siento unas ganas enormes de empezar y aprender de gente mucho más talentosa que yo», nos dice.

«Mi papá es pastor y mi mamá trabaja en el mercado en un negocio que tienen de abarrotes y están muy orgullosos, pero diría que estoy más orgulloso de ellos porque siempre me han apoyado incondicionalmente», nos dice Germán, quien ahora se prepara para su viaje a su nuevo destino el cual emprende con 29 años de edad.

«Con lágrimas en los ojos mientras escribo me toca decir adiós», dice Germán García en un artículo publicado en La Prensa en el que se despide de sus años en ese medio de comunicación. «Me mudo de casa. Hay utopías que se convierten en realidad», aseguró.