En una conferencia de prensa ofrecida este jueves 8 de enero, el gobierno de Estados Unidos reveló detalles sobre la operación para recibir a los 222 presos políticos expulsados por el régimen de Nicaragua en febrero de 2023.

Este detalle se da a conocer un año después de que un avión de la compañía Omni Air International, que operaba un vuelo chárter financiado por el gobierno norteamericano, llegara al aeropuerto de Dulles, cercano a Washington, con estos presos que el régimen Ortega-Murillo mantenía en sus mazmorras.

El hecho se suscitó luego de al menos tres días de coordinaciones entre las agencias estadounidenses y organizaciones de la sociedad civil, tras la decisión unilateral de la dictadura de expulsar a los presos de Nicaragua, según explicaron Eric Jacobstein, subsecretario adjunto para Centroamérica de la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental, y Enrique Roig, subsecretario adjunto de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo de Estados Unidos.

“Cuando se dio esta operación fue necesaria la participación de todas las agencias del gobierno y de la Casa Blanca para que fuera exitosa… Pasamos toda la noche anterior en comunicación con nuestros colegas de la embajada nuestra en Managua”, explicó Eric Jacobstein.

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No fue una negociación

El funcionario recalcó que la llamada “Operation Nica Welcome” (Operación Nica Bienvenidos), para recibir a los 222 ex presos políticos, se trató de una decisión unilateral del régimen Ortega-Murillo y no lo ve como “una negociación” con el gobierno de Joe Biden, el cual considera que simplemente atendió al llamado y acudió a brindar protección a estos nicaragüenses por los que tantas veces exigieron la liberación.

Sobre los cuatro nicaragüenses que según el régimen de Ortega fueron rechazados por Estados Unidos, Jacobstein dijo no tener más información, y ante la pregunta sobre futuras sanciones hacia la dictadura nicaragüense, afirmó que en el gobierno de Biden, “siempre estamos pensando en cómo utilizar las herramientas para promover la democracia y derechos humanos en Nicaragua y América Latina”.

Por su parte, el subsecretario adjunto de la Oficina de Democracia, Derechos Humanos y Trabajo, Enrique Roig, destacó la rapidez con la que fue realizada la operación para recibir a los exprisioneros en Estados Unidos.

“Con sólo tres días de aviso logramos reservar habitaciones en hoteles cerca al aeropuerto, espacio para la recepción inicial, teléfonos celulares con datos prepagados, transporte local, ropa, productos de higiene y más”, detalló.

Operación costó cerca de un millón de dólares

El funcionario destacó esta operación como “algo bastante único” por la cantidad de personas que fueron expulsadas por el régimen que impera en Nicaragua. Agregó que esto les ha dejado muchas lecciones y hasta dio detalles de los costos monetarios que esto significó para el gobierno estadounidense.

“Alrededor de un millón de dólares y ha habido más apoyo de parte de oenegés y el gobierno de Estados Unidos”, detalló Roig a la pregunta de los periodistas presentes en la conferencia de prensa.

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Al ser consultados en si el gobierno de Biden mantiene contacto con el gobierno de Ortega respecto a los más de cien presos políticos que se encuentran hasta ahora en Nicaragua, el subsecretario adjunto para Centroamérica de la Oficina para Asuntos del Hemisferio Occidental destacó que si, “siempre seguimos en contacto con el gobierno Ortega-Murillo”.

Sobre si Estados Unidos estaría dispuesto a recibir a estos más de 100 presos políticos dijo que no podía comentar sobre “situaciones que no han pasado”, pero resaltó que continúan pidiendo la liberación de ellos.

“Nos mantenemos firmes en nuestro apoyo al pueblo de Nicaragua y hacemos un llamado a Daniel Ortega y Rosario Murillo a que restablezcan en pleno goce de los derechos civiles y políticos a todos los nicaragüenses”, destacó Eric Jacobstein.