La dictadura, en su afán por querer desestimar las denuncias en su contra, anunció sorpresivamente la tarde de este lunes que las instalaciones robadas al medio de comunicación Confidencial en Planes de Altamira, Managua, supuestamente no están “abandonadas” y se armó de un grupo de personas para montar una imagen de “transformación” en el edificio.

Confidencial denunció el sábado 30 de noviembre que la casa materna “Camila López”, instalada por la dictadura para justificar la confiscación ilegal en diciembre de 2018, en sus instalaciones, fueron abandonadas y se encuentra en total deterioro. Una foto que publicó el medio, se ve que la casa materna luce su fachada con pintura rosada fucsia descascarada, con un rótulo gigante con las fotos de Daniel Ortega y Rosario Murillo en mal estado.

Minsa abandona «Casa Materna» en propiedad confiscada a Confidencial

El régimen respondió esta tarde de lunes 2 de diciembre que “transformaron” la abandonada casa materna, pintando de manera exprés los portones, las paredes y cambiaron el rótulo deteriorado donde se veían a los dictadores. Además, llevaron a un grupo de mujeres y niños para realizar su montaje.

Canal 4, medio oficial del régimen, publicó la nota titulada “Gobierno de Nicaragua transforma Casa Materna Camila López en Planes de Altamira, Managua”, donde pretenden vender la imagen a su audiencia de las operaciones que se llevan a cabo ahí.

“Este centro de salud, que sustituye a la antigua Casa Materna “Camila López”, ha sido transformado para ofrecer una atención más integral a las familias nicaragüenses, siguiendo las orientaciones del Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo”, divulgaron en la nota informativa, sin mencionar que se trata de una propiedad robada a Confidencial.

El régimen hizo todo un montaje luego que Confidencial denunciara que sus instalaciones robadas están en abandono. Foto | Canal 4.

Cuatro años después se evidencia el fracaso

“Para intentar lavar el crimen de robarse y cerrar un medio de comunicación independiente, fundado en 1996, le entregaron nuestras oficinas al Ministerio de Salud, el 23 de febrero de 2021. Inauguraron con bombo y platillo una clínica materna en el Distrito I, que en realidad nunca le brindó servicios a las mujeres embarazadas”, señaló Carlos Fernando Chamorro, director de Confidencial.

“Casi cuatro años después, la supuesta clínica del Minsa está cerrada y abandonada, evidenciando la mentira y el fracaso de la dictadura. Mientras que Confidencial sigue haciendo periodismo desde el exilio, investigando la corrupción y denunciando las graves violaciones a los derechos humanos”, añadió Chamorro.

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El régimen indicó que supuestamente la clínica funciona de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 5:00 p.m, con médicos pediatras y gineco-obstetras que brindan servicios de manera gratuita. Supuestamente dan atención ginecológica y control prenatal, atención para mujeres con cáncer cervicouterino, pediatría, ultrasonidos obstétricos, sesiones de parto psicoprofiláctico y estudios de mamas y pélvicos.

“La distribución de los espacios para embarazadas fue tan absurda que situó en el segundo piso, con al menos 15 escalones, los dormitorios que usarían las mujeres recién paridas”, denunció Confidencial.

El primer fracaso constado

Confidencial documentó que dos meses después de la inauguración de la casa materna, un equipo suyo constató que no llegan embarazadas a solicitar servicios de salud y que nadie puede ingresar sin antes ser anunciado por dos oficiales de las fuerzas especiales de la Policía Nacional, que fusil al hombro custodiaban la entrada del edificio asaltado.

En el inventario provisional de los bienes incautados a Confidencial, Esta Semana y Cabal, presentado ante la Fiscalía en diciembre de 2018, se incluyen 35 computadoras, un estudio de televisión recién estrenado, siete cámaras de televisión, dos editoras de televisión, dos cámaras de fotografía, decenas de discos duros, teléfonos celulares y accesorios de producción audiovisual, así como la documentación contable e institucional de las empresas y de carácter personal, e información privada, en físico y en formato digital.