En horas de la tarde de este jueves la justicia al servicio de Daniel Ortega dictó sentencia contra la ex guerrillera sandinista, Dora María Téllez, y el líder estudiantil, Lesther Alemán, éste último quien en 2018 encaró a la pareja presidencial durante el primer diálogo nacional.
Dora, conocida también como la «comandante 2», fue condenada a 8 años de prisión por el supuesto delito de «conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional»; y Lesther a 13 años por la misma causa. Ambos declarados culpables la tarde del pasado 3 de febrero.
«Me lo sentencia la Jueza Nadia Tardencilla a 13 años, inhabilitándolo de cualquier cargo; mi hijo es inocente, es un licenciado en Comunicación, no es ningún terrorista ni destructor de nuestro país», dijo la mamá de Lesther, Lesbia Alfaro.
¿Cuál es el plazo para que un reo sea trasladado a un sistema penitenciario una vez condenado?
«Lesther (está) fuerte, dice el abogado, y yo también. A mí no me importa porque es inocente mi hijo y pronto saldrá libre», manifestó.
El joven opositor al igual que todos los presos político se ha exiliado, ha sufrido de asedio y persecución política, amenazas de muerte y campañas de desprestigios. Fue detenido la noche del 5 de julio de 2021 junto a Max Jeréz, y ahora es «culpado de delitos que no ha cometido».
«Su único delito es soñar con una Nicaragua libre. Demandamos libertad inmediata para él y todos los presos políticos», denunció el Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (CENIDH) en su cuenta oficial de twitter.
El líder universitario Lesther Alemán fue condenado a 13 años de prisión. Cortesía
Dora, de guerrillera sandinista a presa política del sandinismo
Dora, quien históricamente se ha desempeñado en el mundo de la política luego de participar como comandante del Frente Occidental «Rigoberto López Pérez» por el Frente Sandinista (FSLN) en 1979 y de fundar el Movimiento Renovador Sandinista (MRS), ahora es presa política de Ortega Murillo por oponerse a las políticas represivas del régimen.
«Estos jueces están actuando como una máquina de matar, están trabajando con machotes, todas las sentencias son iguales. Es increíble el atropello, el odio, la venganza (…) este poder judicial corrupto», denunció en entrevista a este medio, Vilma Nuñez, presidenta del Cenidh.
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