En el acta de audiencia especial de anticipo de pruebas, la supuesta víctima Martha Candelaria Rivas Hernández desmiente haber sido agredida intencionalmente por el padre Manuel Salvador García Rodríguez, contrario a lo ha manejado la Fiscalía.
Al parecer todo se trata de un montaje, en contra de uno más, de los miembros de la iglesia católica.
El primer relato de los hechos
El supuesto altercado ocurriría en la iglesia El Calvario de la ciudad de Nandaime en Granada. Según se relató en el momento, la supuesta víctima se encontraba la noche del 30 de mayo reunida con el sacerdote, habían tomado unos tragos, pero luego que Martha revisara el celular del padre Manuel, discutieron por haber violado la privacidad.
Posterior, la mujer dijo haber sido agredida por el párroco lo que le causó golpes en el rostro. Su hija salió a pedir ayuda lo que alertó a sujetos que se encontraban en la calle e iniciaron provocaciones contra García Rodríguez, quien salió molesto con machete en mano para defenderse.
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La mujer fue vista en medios de comunicación oficialistas brindando declaraciones, algo que causó reacciones en las redes sociales tanto de especialistas y conocedores de este tipo de temas, como ciudadanos en general, que no daban votos de confianza a las declaraciones de la supuesta afectada ante esos medios por la persecución que el régimen ha desatado contra miembros de la iglesia católica.
En el acta de audiencia especial de anticipo de pruebas
“Estaba por irme y se fue al portón, en el área de portón estaba oscuro, voy detrás y él está de espalda yo estoy a su izquierda y él me dice a eso veniste a hacer reclamo, donde me dice eso levantó la mano, yo me agacho y veo que me sale sangre y yo llame a mi hija le dije Esmer veni que me golpeo el padre y, después regresamos y me metí a hervir manzanilla y el padre me puso una toalla y se disculpó y después escuchamos el alboroto y el salió con machete”, relata Rivas Hernández en el acta de audiencia.
Previo al anticipo de pruebas, hubo una audiencia inicial, en la cual la judicial resolvió remitir a juicio oral y público al párroco tras argumentar que las pruebas testificales, periciales y documentales que presentó el Ministerio Público son lícitas.
La jueza encargada del caso es María Graciela Monterrey Vélez, del Juzgado de Distrito Penal de Adolescentes y Especializado en Violencia de Granada.
En las declaraciones la supuesta víctima dijo conocer al sacerdote desde el 2019, cuando éste se encontraba en una parroquia del municipio de Diriá. Desde entonces asegura que han tenido una bonita amistad.
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“La amistad que he tenido con él es que yo siempre lo he buscado para que me diera consejos ya que el papá de mis hijos me dejó de pasar la pensión y el padre dijo que me podía dar una ayuda con dos o tres días de trabajo”.
Para tratar de conseguir otro tipo de información, la representante del Ministerio Público Cristhian Katiela Huete, le pregunta a Rivas Hernández: “¿Qué tipo de relación tenía?”, a lo que la supuesta víctima responde: “una amistad muy bonita, cercana ya que él me aconsejaba y el apoyo que él me daba”.
Las declaraciones dejan en evidencia el montaje que el Ministerio Público tejió para acusar al sacerdote Manuel Salvador García Rodríguez, pues fue la propia Martha Candelaria Rivas Hernández quien reveló que en ningún momento ha interpuesto denuncia contra el párroco, ya que el golpe que recibió en la nariz fue accidental.
En tanto la judicial que lleva el caso, mantuvo la prisión preventiva al párroco y fijó tentativamente el inicio de juicio para el 8 de julio a las 9 de la mañana.
Nicaragua Investiga
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