Juan Lorenzo Holmann Chamorro asumió la gerencia del diario La Prensa en uno de sus momentos más difíciles. El periódico atravesaba una severa crisis económica por las secuelas de una mala administración; y sumado a eso, la dictadura de Daniel Ortega retenía su materia prima para asfixiar sus operaciones.
Meses antes de asumir el cargo, había fuertes presiones entre la directiva de La Prensa y su exgerente general, Hugo Holmann Chamorro, quien pedía sumas exorbitantes de dinero para abandonar el puesto. Al final, negociaron. De inmediato vino otro golpe: fallece Jaime Chamorro Cardenal, director del rotativo y tío de Juan Lorenzo.
Jaime Chamorro, hermano de Pedro Joaquín Chamorro, quien fue nombrado en 2012 Héroe Nacional y Mártir de las libertades públicas, era todavía un símbolo vivo de aquella resistencia al poder que sembró el fundador de uno de los diarios más longevos e influyentes del país.
Juan Lorenzo asumió la gerencia del periódico en ese contexto y en medio de la persecución sistemática a periodistas y medios de comunicación. Decenas de comunicadores comenzaron a desfilar ante el Ministerio Público que los citaba a interrogatorios agresivos y amenazantes por su relación profesional y periodística con la extinta Fundación Violeta Barrios de Chamorro (FVBCH).
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Acompañaba a los amenazados
A Juan Lorenzo Holmann se le miró en varias ocasiones en las afueras de la Fiscalía apoyando a los periodistas que desfilaban para ser “entrevistados” por servidores públicos leales a Ortega. El 25 de mayo del año pasado, cuando iniciaron las citatorias, estaba a un lado de la entrada principal del Ministerio Público, mezclado entre una enorme cantidad de reporteros que buscaban documentar los hechos.
Ese día, comentó que su presencia pretendía “hacer lo que podamos, lo que tengamos en nuestras manos para apoyar a las personas que están siendo injustamente señaladas por cargos inventados”, dijo en una transmisión en vivo. “Todos estamos en este mismo barco; no en el barco de Nicaragua, sino que también el barco de la libertad de expresión”.
Juan Lorenzo también acompañó a su propio equipo cuando fue citado Eduardo Enríquez, editor jefe de La Prensa, a quien la fiscal trató de intimidar mencionando la posibilidad de procesarlo bajo la Ley de ciberdelitos, aprobada a finales de 2020 junto a otras dos leyes más, igual de restrictivas para la prensa independiente.
Fabián Medina, editor del diario y director de la revista Magazine, escribió en una crónica que cuando Holmann Chamorro llegó al cargo de gerente parecía que le iba a quedar grande asumir la capitanía de ese barco en medio de la tormenta que se estaba viviendo.
“Pero, con el tiempo se fue ganando mi aprecio y admiración, porque puso especial énfasis en tratar bien a los trabajadores, hacer de todo para no despedir a nadie, y correr todos los riesgos que su nueva posición implicaba. Posición que horas más tarde lo llevaría a las cárceles del régimen”, escribió Medina.
Los trabajadores se quejaron del gerente anterior, malos tratos y decisiones impensables que perjudicaban al equipo, estaban entre los desatinos de quien dejó a Juan Lorenzo Holmann un barco en llamas.
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La familia de Holmann Chamorro
Juan Lorenzo nació el 20 de julio de 1966. Tiene de 55 años y es el menor de siete hermanos. Sus padres se conocieron en San Juan del Sur, cerca de 1944. Su madre es Ana Chamorro Cardenal y su padre es Carlos Holmann.
Eduardo Holmann Chamorro, hermano mayor de Juan Lorenzo, lo recuerda como un niño “inquieto y travieso con quien desarrolló una relación fraternal muy cercana, que han construido por años trabajando juntos por el patrimonio de la familia”, relató a La Prensa. “Incluso, somos compadres, porque soy el padrino de su hija mayor. Es una buena persona”, describió.
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Juan Lorenzo en su niñez fue travieso y “un poco alejado de la obediencia”, recuerda doña Anita Chamorro, como le dicen con cariño. Ella rememora que un día le dijo que dejara la máquina de moler carne, pero no hizo caso. “Metió la mano izquierda, meneó el molino y perdió la falange de dos dedos de la mano izquierda”, rememora con lucidez a sus 94 años.
Después de este accidente, a Juan Lorenzo se le ocurrían todo tipo de bromas con la pérdida de sus dedos. “Se iba a comprar unas frutas y ponía el dedo coto haciendo como que lo había hundido, y la marchanta le decía ahora la tiene que comprar. Entonces él se reía y le enseñaba que no tenía dedo”, narró doña Anita Chamorro.
El consentido de su padre
Juan Lorenzo se llevaba muy bien con su padre. Tuvieron muchas vivencias que están retratadas en su casa. Doña Anita cuenta que “eran los ojos de su cara, porque era el menor de los hijos”. Carlos Holmann murió cuando Juan Lorenzo tenía 21 años. Este hecho marcó su vida porque tenían un vínculo muy fuerte.
“Él es bien cariñoso conmigo. Cuando lo vi me dijo: «cuídate mamá porque aquí a mí me están cuidando». Y me dijo que no me muriera para estar conmigo”, lamentó doña Anita. Ella comenta que extraña la presencia de su hijo que tenía la costumbre de visitarla todas las tardes y se ponían a conversar sobre la genealogía familiar.
“Le gusta mucho la genealogía familiar y me preguntaba de dónde venían los Chamorros, los Cardenales y fue armando un librito de genealogía de la familia”, nos cuenta su madre. Todos comentan que a Juan Lorenzo le gusta compartir en familia e ingeniar bromas con sus hijos y sobrinos.
Conoció a su esposa en el exilio
Juan Lorenzo estudió en el Colegio Centroamérica, y tras el triunfo de la Revolución Sandinista participó en la Cruzada Nacional de Alfabetización. Cuando empezó el servicio militar en Nicaragua, a inicios de los ochenta, sus padres decidieron enviarlo a Costa Rica, donde terminó su bachillerato en el colegio Salesiano Don Bosco de San José.
Chrystal Munguía, esposa de Holmann Chamorro, recuerda que se conocieron jóvenes en Costa Rica, entre el año 83 y 84. Ambos se habían exiliado en ese país por las condiciones en que se encontraba Nicaragua en ese momento; una guerra cruenta entre el ejército sandinista al mando de Daniel Ortega y la contrarevolución.
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En una ocasión, la tía de Munguía vio a Juan Lorenzo y dijo: “«ahí está el hijo de la Anita». Me imagino contemporánea mi suegra, y ella lo llevó a la casa. Yo tengo un hermano mayor, él se hizo amigo de mi hermano”, relató a este medio de comunicación.
Después de terminar su bachillerato en Costa Rica, se fue a estudiar Zootecnia a la Universidad Estatal de Luisiana, en Estados Unidos.
Cercano a Pedro Joaquín Chamorro
Munguía describe a su esposo como un hombre de familia, amoroso, trabajador, educado, bromista, leal a sus amigos y muy apegado a sus valores y principios. “Bueno, creció en una familia de valores muy fuertes, donde el sentido de justicia está bien arraigado”, dice.
Juan Lorenzo era cercano con sus tíos: Pedro Joaquín Chamorro y Jaime Chamorro Cardenal. Él le pidió a Pedro Joaquín que fuera su padrino de confirmación, y el Mártir de las Libertades Públicas y hoy Héroe Nacional, aceptó con mucho gusto.
Doña Anita le regaló a su hijo los anillos de boda que ella ocupó con don Carlos, “para que fueran tan felices como fuimos nosotros que vivimos 40 años, 5 meses, 10 días y 8 horas”, según un reportaje de La Prensa.
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“Hemos sido personas trabajadoras”
Juan Lorenzo tiene 24 años de casado con Chrystal Munguía, y tienen dos hijas: Renata y Camilla, quienes tienen un gran amor y admiración por su padre. Aseguran que él no era sobreprotector y las dejaba tomar decisiones y aprender de los errores. “Creo que su ejemplo, fue su principal escuela. Desde pequeñas nos ha enseñado el valor de la honestidad, la justicia y la verdad”, destacaron.
“Hemos sido personas trabajadoras. Todo lo que tenemos, la educación de nuestras hijas es de nuestro esfuerzo. Es una persona de principios, con una voluntad tremenda, leal, bromista, divertido”, sostiene la esposa de Holmann Chamorro.
El gerente de La Prensa le apasiona pescar y cabalgar. Disfrutaba llevar a sus hijas a San Juan del Sur y a la finca de la familia cuando estaban pequeñas, donde las dejaba montar a caballos y hacer cualquier tipo de travesuras. También ha compartido con ellas la pesca.
“Le han robado todo este tiempo de su vida”
Juan Lorenzo fue secretario de la directiva de La Prensa y luego asumió el cargo de gerente. Bajo estas funciones fue que recibió a los agentes policiales leales a Ortega un viernes 13 de agosto de 2021, día que se tomaron las instalaciones del periódico.
Holmann Chamorro pasó largas horas con los policías y salió bajo un engaño la madrugada del sábado para «firmar unos documentos». No regresó, fue apresado y pasó a integrar la larga lista de presos políticos del país, que según organizaciones de derechos humanos suman más de 170.
Pese a que tiene varios padecimientos que han quebrantando su salud, durante más de 160 días ha estado recluído en la Dirección de Auxilio Judicial (DAJ), sus familiares denuncian que las autoridades se rehúsan a garantizale asistencia médica.
“Una persona que fue secuestrada, privada de libertad, que no ha visto su abogado en audiencia secreta y la manera que fue robado todo este tiempo de su vida; en el hoyo que vive, suspendido en el tiempo, en la nada, no se puede decir que nadie está bien allí”, declaró su esposa.
En la audiencia secreta que le hicieron el 22 septiembre pasado, un día antes del cumpleaños de su esposa, lo acusaron de lavado de dinero y activos, sin mostrar pruebas contundentes. Sus familiares rechazan estas acusaciones y señalan que los procesos judiciales están plagados de irregularidades jurídicas.
Padecimientos
Holmann Chamorro fue diagnosticado con tiroiditis, el padecimiento le ha causado mucha pérdida de peso. “Él padece de hipertensión, fue operado de válvula mitral y tiene válvula aórtica, que debe estar en revisión periódica y a finales de agosto tenía que hacerse un chequeo de seguimiento”, dijo su esposa.
Él no pudo acudir a su revisión médica por su detención. La madrugada de ese día iba conduciendo su propio vehículo custodiado por dos agentes policiales y perseguido por un camión con documentos y archivos de La Prensa, cuyas páginas han resistido a violentas dictaduras durante 96 años.
Se hizo una operación en los ojos que le desencadenó unas cataratas agresivas en el ojo derecho, después en el ojo izquierdo. “Ha sido operado varias veces de los ojos por desprendimiento de la retina”, explica su esposa.
Ganó premio SIP
La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) otorgó en octubre pasado el premio Libertad de Prensa 2021 a Holmann Chamorro. El galardón también fue entregado al periodista cubano Henry Constantín Ferreiro. De acuerdo con la asociación internacional, el premio de ese año fue entregado a los periodistas que han sido perseguidos y encarcelados.
“Holmann Chamorro y Constantín Ferreiro representan la lucha y el coraje del periodismo independiente por mantener a la población informada, a pesar de las fuertes represalias que adoptan los regímenes totalitarios de Nicaragua y Cuba contra las voces críticas y la libertad de prensa”, dijo Jorge Canahuati, presidente de la SIP.
El gerente de La Prensa comparte celda con los ex diplomáticos, Mauricio Díaz y Francisco Aguirre Sacasa y también con el líder campesino Pedro Mena, de quien se ha impresionado mucho de su personalidad y de lo esforzado que ha sido en su vida.
“Creo que todos comparten un poco de su vida estando en esas condiciones, que son las únicas personas que pueden dialogar. Se comparten todo lo que logran tener, que no es mucho. Me dice que lo único que tiene es una pastilla de jabón, un vaso con su pasta dental, cepillo de dientes y su toalla de baño”, lamentó su esposa, quien demanda justicia y que no se siga criminalizando el ejercicio periodístico.
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