Walter Espinoza, candidato presidencial del Partido Liberal Constitucionalista (PLC) apareció repentinamente en la vida pública. Aunque en los últimos años ha fungido como diputado en la minoritaria y nada influyente bancada que su agrupación tiene en la Asamblea Nacional, es uno de los diputados menos conocidos, pero de los de mayor confianza de María Haydeé Osuna, presidenta nacional del PLC.
En la comarca Los Vanegas, ubicada en Managua, las calles son polvosas y las aguas negras de las viviendas humildes son parte del escenario cotidiano. Ahí, en una casa de dos pisos que contrasta con las otras humildes casitas, vive el candidato del PLC. Algunos habitantes del lugar conocen la vivienda del diputado Walter Espinoza. “Esa es la casa donde vive el diputado”, indicó un señor de la comarca a un equipo de Nicaragua Investiga que lo buscaba para esta entrevista.
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En las conversaciones con Espinoza prevalece un discurso religioso. A veces uno parece estar conversando con un predicador. “Sin él (Dios) no somos nada. Él le va a dar la sabiduría a cada nicaragüense para que este 7 de noviembre tenga la única opción de lograr el cambio que quiere Nicaragua”, dijo el diputado que se considera una “opción” para el país.
Pero muchos dirigentes del PLC –agrupación política señalada de pactista con el Frente Sandinista– han dicho que el candidato de este partido es “desconocido” dentro de sus estructuras, y que supuestamente no hay mucha simpatía con el como político y aspirante presidencial.
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La infancia de Walter Espinoza: vendedor ambulante
El candidato del PLC cuenta que viene de una familia humilde del barrio Edgard Lang. Desde pequeño vendió elotes, papitas, yoltamales y platanitos para ayudar económicamente a su mamá. Caminaba por varios puntos de Managua por largas horas para vender todo el producto y no llegar con malas noticias a su casa. Para entonces era solo un niño como muchos otros; luchando por sobrevivir en un país de enormes necesidades.
El 13 de noviembre de 1995, cuando tenía apenas 16 años, un señor llamado Nicolás que vendía colchones en el barrio Edgard Lang, llegó a visitar a Espinoza a su casa y llevó la ficha de afiliación del PLC. “Me decía: «Walter, yo miro que tenés mucho qué dar, mucha madera para nuestro partido»”.
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En ese momento Walter rechazó la propuesta porque tenía que vender en las calles y no le queda tiempo libre para adentrarse al agitado y demandante mundo de la política. “Después de tantas insistencias acepté la afiliación”, recuerda. Fue así como se integró dentro de la juventud de este partido. Poco después se dieron las elecciones de 1996; y empezó la campaña electoral. Arnoldo Alemán ganó la presidencia.
El expresidente de Nicaragua definió años atrás a Espinoza como un muchacho sencillo que ahora está en la diputación y representando a su partido. María Fernanda de Alemán –desaforada de su cargo como diputada por María Haydee Osuna, junto a varios legisladores del PLC y sandinistas– describió a Espinoza como una “persona que ha hecho un excelente trabajo” dentro de dicho partido.
Vendió La Prensa
El diputado liberal cuenta que cuando tenía aproximadamente 20 años, vendía el diario La Prensa en los semáforos de El Guanacaste. Pero a esa edad se mostró cansando del agitado oficio de vendedor ambulante y buscó un mejor trabajo. Recuerda que Marcia Sobalvarro –actual militante del partido Ciudadanos por la Libertad (CxL)– lo apoyó y le consiguió un empleo entre sus conocidos, ya que ella era concejal de la Alcaldía de Managua.
Así fue como el ahora candidato del PLC fue conductor de la exdirectora del Registro Civil, Martha Ramírez. “Yo muy anuente por la misma necesidad y poder apoyar a mis padres, a la familia, acepté ese trabajo y fui chofer”, nos cuenta.
Nicaragua Investiga se comunicó con Marcia Sobalvarro para tener más información sobre el pasado de Espinoza, pero dijo que no tenía ningún comentario al respecto.
Osuna lo becó
En 1999 logró bachillerarse, pero fue un proceso complicado por la precaria situación económica de Espinoza. El candidato dice que hubo otra “mano amiga” que lo ayudó a culminar su secundaria. La universidad no era algo que se pudiera permitir, pero también tuvo un momento de buena suerte. La actual presidenta nacional del PLC, María Haydée Osuna, le otorgó una beca en la Universidad de Managua (UdeM) para que estudiara Administración Turística y Hotelera.
“Entré en la universidad en el año 2000. En ese año también vino un proceso electoral, seguimos trabajando duro dentro de las estructuras de nuestro partido”, cuenta y recuerda que se vino otro proceso electoral y ganó las elecciones el PLC que llevaba como candidato a Enrique Bolaños: se convirtió en el presidente distrital del Distrito V.
Para el 2006 ya era convencional del PLC y le dieron la oportunidad de correr como diputado en la posición número 15, pero no ganó. Luego participó en el proceso electoral de 2008 y corrió como concejal propietario en la posición número 11 y quedó en el cargo, pero no asumió la concejalía por los resultados.
De chofer a concejal de Managua
En las elecciones municipales de 2012 volvió a participar como número uno por Managua y ganó el cargo. “El chofer de mi exjefa, se convirtió en el presidente del Distrito V, en el concejal número uno por Managua y ser el jefe de bancada en ese tiempo”, dice el diputado liberal quien fue conductor por al menos 10 años.
Siendo chofer de la exdirectora del Registro Civil fue cuando conoció a la que ahora es su esposa: Lissette Murillo, quien cuenta que en una capacitación del PLC tuvo que esperar para que la fueran a dejar a su casa y Martha Ramírez dio la orden que “nos fue a dejar con el conductor de ella, que es mi esposo Walter Espinoza”. Así lo conoció.
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“Después de ahí nos fuimos conociendo como amigos, tuvimos una relación de novios”, dice Murillo y sostiene que se identifican como pareja porque “tenemos las mismas historias de nuestra niñez”. Ella describe a Espinoza como una persona “humilde”, “trabajador” y “sincera”.
“Nosotros somos conocedores de la palabra de Dios, y eso es lo que a Dios le agrada, la persona humilde”, confirmó su esposa.
Candidato de «dedazo»
Actualmente Espinoza, quien ni siquiera perfila en las encuestas recientes como un candidato con preferencia popular fue electo bajo señalamientos de «dedazos», tras el anuncio de renuncia de Milton Arcia en protesta por la decisión de María Haydee Osuna de denunciar a CxL y motivar la cancelación de su personería jurídica.
Espinoza rechaza los señalamientos. «Él lo hizo público. Sus declaraciones (de Milton Arcia) fueron públicas y la Junta decidió y aquí estamos», aseguró Espinoza, que ante una consulta de este medio indicó que «habían condiciones para votar», pese a los señalamientos de la comunidad internacional.
Espinoza se muestra a favor de la decisión de Osuna, pues considera que CxL representaba «una amenaza» para su partido, aunque no define cuáles exactamente son esas amenazas ni ofrece prueba de ello. Sin embargo, fue uno de los firmantes para que impugnaran a ese partido.
Walter Edén Espinoza Fernández nació el 6 de diciembre de 1979. Tiene 41 años y está casado con Lissette Murillo, quien fue secretaria del exmagistrado suplente del Consejo Supremo Electoral (CSE), Miguel Meléndez. Actualmente ella no se desempeña en ningún cargo público. Espinoza y Murillo tienen dos hijas, de 10 y 15 años, y un niño de 13 meses.
Espinoza se convierte este 2021 en el rostro de un partido en decadencia. Que dejó atrás sus momentos de alta incidencia política y que arrastra las críticas y el repudio por un pacto que concretó con el Frente Sandinista hace más de dos décadas y que para muchos sigue dando claros indicios de seguir vivo.
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