Este 2022 los consumidores han sentido un aumento en la tarifa energética. El incremento se debe a la reducción de subsidios y la aplicación del Impuesto de Valor Agregado (IVA) en algunos rangos de consumo energético.
Los cambios se han sentido desde febrero de 2018, cuando entró en vigencia la Ley 785, pero este año llega a su tope y es por ello que algunos sectores lo van a resentir más que otros.
En vista que el gobierno no ha presentado ninguna propuesta para ayudar a que los nicaragüenses no sigan pagando una de las tarifas energéticas más altas a nivel centroamericano, es usted como consumidor que debe tomar medidas que le permitan reducir el consumo y con ello un poco de alivio al bolsillo.
Algunos subsidios se mantienen
Gisella Canales, asesora financiera reconocida del país, explica que hasta el momento se mantiene algunos subsidios energéticos, lo que ha pasado es que éstos se han reducido; al ser menos, se pagará más en la factura en comparación con lo que se pagaba antes.
“Para generar ahorro en un negocio o la casa, es clave conocer cuánto consumen los aparatos que más usamos. A Veces creemos que algunos aparatos por ser pequeños no consumen mucha energía y no administramos bien su uso, dejamos quizá, los abanicos encendidos, la refri abierta, los cargadores del celular conectados. Pequeñas cosas que si bien una sola no te va a generar todo el consumo, va cambiando la cantidad que marca el medidor. Con un solo kwh que te pasés perdés el subsidio y se te puede duplicar la factura”, comenta, Canales.
¿Por qué la energía eléctrica será más cara en 2022?
La experta recalca que tanto en el hogar como en negocio es importante hacer un inventario de consumo de cada aparato que más se use para tener claro cuánto aporta a la factura de energía cada uno de ellos y saber cómo dosificar su uso.
Existen varias formas para evitar el aumento en el pago del recibo de energía eléctrica, sólo se deben tomar ciertas medidas que son válidas tanto en el hogar como en su negocio.
Medidas para reducir el consumo
Gisella, expresa que hay tres pasos importantes que se deben dar para evitar pagar más en el recibo de energía:
El primero a seguir es auditar el consumo reflejado en el medidor y compararlo con la factura, hay casos en los que no coincide porque la empresa no hace lectura de medidor, sino una estimación, que generalmente es superior al consumo real.
También es importante identificar cuáles son los aparatos del hogar que más consumen energía, para ello se debe revisar la etiqueta energética del aparato. Esa cifra se multiplica por el número de horas que se usa al mes y el resultado se divide entre mil. Así es como obtenemos el consumo en kilovatios-hora.
Atreverse a hacer inversiones puede traer muy buenos beneficios. Si bien es más barato comprar bujías fluorescentes e incandescentes (las amarillas, por ejemplo), su consumo es elevadísimo. Es mejor invertir en bujías ahorrativas (LED), que aunque su precio sea mayor, se compensa con el ahorro energético.
Altos costos de energía y combustibles asfixian a los nicaragüenses
Eliminar el desperdicio de energía, una de las claves para reducir el consumo
“Para que la factura de energía no dañe severamente las finanzas, se debe prestar más atención al desperdicio de energía que con frecuencia hay en los hogares, así como pérdidas por malas conexiones y el consumo de los aparatos eléctricos que más se utilizan”, explica la asesora.
Como adicional, si en la misma casa viven varias familias o tienen algún negocio, lo ideal sería separar las cuentas con medidores independientes. Por separado, podrían alcanzar a ser cubiertos por algunos subsidios, que aunque bajos, se mantienen y podría significar un alivio en el recibo de energía. De continuar en conjunto superaría el rango de los subsidios y la factura se elevaría.
Jubilados y quienes consumen más de 100 kwh son los más afectado este 2022
Con la reducción y eliminación de subsidios, quienes más han sentido el impacto este 2022, han sido quienes consumen más de 100 kwh. En cuanto a la aplicación del IVA y el caso de los jubilados, el ajuste se dirige hacia quienes consumen más de 150 kwh, golpeando mayoritariamente a hogares con consumo mayor a 300 kwh al mes.
Los exagerados precios en los combustibles, el alto costo de la canasta y las variaciones de los subsidios en el sector energético, sumado a la situación política del país; ahogan cada vez más a los nicaragüenses que arrastran problemas desde la crisis de 2018, la pandemia de coronavirus y los constantes cambios en la economía mundial. Todo ello obliga a muchos a probar suerte en otros países con el sueño de una mejor vida.
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