La comunidad LGTBI, los romaníes y los migrantes siguen siendo víctimas de la intolerancia en Grecia, que todavía tiene que hacer esfuerzos de inclusión, según un informe del Consejo de Europa publicado el jueves.
Las personas LGTBI siendo siguen víctimas de intolerancia y discriminación en Grecia, incluso en la escuela por parte de los profesores, dijo este estudio de la Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia (ECRI), dependiente del Consejo de Europa.
A pesar de un plan de cuatro años destinado a facilitar su inclusión, «los equipos de la ECRI han escuchado testimonios chocantes sobre los discursos pronunciados sobre los alumnos trans por parte de ciertos profesores» en el colegio, donde la situación es, en general, «siempre deplorable».
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Grecia sigue siendo un país fuertemente influenciado por la Iglesia Ortodoxa, que obviamente desaprueba las relaciones homosexuales.
La comunidad LGTBI no es la única víctima. Los romaníes y los migrantes también están marginados por la opinión pública.
Según cifras de las autoridades griegas, en 2018 hubo 164 delitos motivados por el odio en el país. Solo cuatro dieron lugar a una condena y las estadísticas se deterioraron, explica el estudio, que también reporta 521 casos de violencia racista entre 2016 y 2020, mucho en estadísticas de la Red de Vigilancia de la Violencia Racista (RVRN).
La Comisión Europea contra el Racismo y la Intolerancia también dijo que la policía local reunió pocos datos sobre los discursos de odio, y pidió que se mejorara el seguimiento de esos discursos, incluso en línea.
Por último, la Comisión logró que el Defensor del Pueblo griego, una autoridad independiente, obtuviera el derecho legal de presentar ante la justicia casos de discriminación.
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