La Segunda Marquetalia, grupo disidente de las FARC comandado por Luciano Marín, alias Iván Márquez, aseguró que están dispuestos a participar de las conversaciones de paz a las que el Gobierno de Gustavo Petro ha llamado “paz total”.
“El 7 de agosto se posesionó a Gustavo Petro como nuevo presidente de la República. El pueblo colombiano ha depositado en él su confianza y anhela que logre la paz completa, con participación ciudadana, con democracia verdadera, justicia social y soberanía patria”, se lee en el comunicado de la Segunda Marquetalia.
Por otro lado, la nota señala que “en este contexto» se realizó el encuentro de comandantes de las FARC-EP y Segunda Marquetalia. «En un gran espíritu unitario hicimos el análisis de la coyuntura y concluimos que están dadas las condiciones para jugársela toda por la paz completa con justicia social”.
El alto comisionado para la Paz de Colombia, Danilo Rueda, anunció el pasado 12 de octubre que sostuvo un encuentro con alias Iván Márquez, en la búsqueda de una “fase de exploración” para estudiar la posibilidad de acogimiento de este grupo armado a la “paz total” del Gobierno.
Iván Márquez es conocido por haber sido el número dos de la extinta guerrilla colombiana de las FARC y el jefe negociador de ese grupo armado en los diálogos de paz de La Habana que culminó en el histórico acuerdo de paz en 2016, si bien luego se desmarcó del proceso y volvió a retomar las armas.
Camilo González, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz, INDEPAZ, le dijo a la Voz de América, que el panorama de negociación con Iván Márquez es difícil porque se podría requerir un reforma constitucional para darle un marco jurídico a un posible acuerdo con su facción disidente, por lo que es importante que el Gobierno aclare qué agenda de negociación se va a tener con él.
“En el caso de Iván Márquez es difícil porque en este momento quedó por fuera de la Justicia Especial Para Paz (JEP), tras haberse retirado del acuerdo, entonces se tendría que requerir a un cambio constitucional, sin embargo, en materia de salvar vidas, hay que buscar el método que sea más beneficioso para la terminación de la guerra y del conflicto armado para el bien de la sociedad”, explicó.
“Hay que definir un camino jurídico y de qué manera se les da una segunda oportunidad, con otras consideraciones, no solo con Iván Márquez, sino con otros grupos, de manera que Colombia transite a la terminación del conflicto armado y pueda tener después de un siglo una convivencia pacífica”, añadió.
Sin embargo, hay ciertas críticas desde varios sectores que consideran que Iván Márquez y la Segunda Marquetalia ya tuvieron su oportunidad en el acuerdo de paz de 2016.
“Están proponiendo por un lado buscar un acuerdo con todos los grupos ilegales, ¿Qué tipo de acuerdo? ¿Qué paguen algo y que su dinero vaya directo a sus comunidades y a sus víctimas? Entonces, me opondré rotundamente a que quien ya participó de un acuerdo de paz, como las disidencias de las FARC, la Segunda Marquetalia, que siguieron en el negocio del narcotráfico, vayan a tener una segunda oportunidad”, le comentó a la VOA, María Fernanda Cabal, senadora opositora al Gobierno de Gustavo Petro.
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En la otra orilla, el senador Iván Cepeda, del partido de Gobierno y presidente de la Comisión de Paz del Congreso, dijo que el proyecto de ley de “paz total” dictará el camino para buscar las herramientas para lograr la paz.
“El mecanismo concreto de cómo se va a dar tratamiento a quienes estuvieron en el proceso de paz y se levantaron en armas, está por definirse en el Congreso. El contenido de esa negociación [con Iván Márquez], tiene un carácter político, se trata de personas que firmaron un acuerdo de paz con el Gobierno, entre otras cosas ni más ni menos de quien era el jefe de la delegación de negociación de las FARC”, reveló. Además añadió que “no se trata de negociar un acuerdo, que ya está inscrito en la constitución y no tiene ninguna posibilidad de ser renegociado”.
El proyecto de “paz total”, que se tramita actualmente en el Congreso, reforma algunas leyes para facultar al Gobierno Nacional a adelantar negociaciones de paz con los grupos armados a los que se les reconozca un carácter político.
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