Una nube de polvo proveniente del desierto de Sahara, podría entrar este 21 de junio a Nicaragua, desplazándose sobre el pacífico.
Este fenómeno natural tendrá gran impacto por el continente americano y en este país, debido a los minerales que contienen estas partículas de polvo, que podrían producir una reducción en las lluvias.
Agustín Moreira, director de Observatorio de Fenómenos Naturales (OFENA), informó a Nicaragua Investiga que estos fenómenos no son eventos anormales, ya que la NASA indica que una de las características de éstos, es su paso entre los meses de junio y julio.
Moreira indicó que algunos de los efectos visuales que ofrece este fenómeno es que pueden producir algunas puestas de sol deslumbrantes.
Investigaciones han afirmado que parte de estos efectos pueden beneficiar zonas selváticas, produciendo calcio, magnesio, carbonatos y abono en éstas áreas.
¿Qué afectaciones puede traer a Nicaragua?
A su vez Moreira señaló que el fenómeno actúa también como un efecto invernadero, que absorbe y dispersa la radiación solar que llega a la atmósfera, produciendo calores sofocantes.
Según Moreira estos polvos contienen partículas de unas 10 micras, que son intrasmisibles, por lo que éstas tienden a producir únicamente daños externos, provocando afectaciones que pueden causar irritaciones en la piel, daños oculares, hasta conjuntivitis.
Asimismo se pueden producir trastornos respiratorios debido a sus partículas inhalables que son menores a las 10 micras, que pueden quedar en en el tracto respiratorio superior, provocando enfermedades asociadas a asmas, neumonía o rinitis alérgicas.
¿Cómo afectarían estos polvos ante la situación del COVID-19?
«Esto puede alterar más las condiciones de presencias de gripes, creando síntomas muy adecuadas para mayores alteraciones en el COVID-19», agregó Moreira.
Moreira recomendó que las personas que padecen problemas de asma, o similares deben mantener un resguardo y usar mascarillas siempre al salir.
«Este polvo es beneficioso en algunas áreas amazónicas, pero nos puede afectar con el COVID-19, ya que el polvo y sus incidencias en la pandemia puede alterar el favorecimiento de enfermedades respiratorias», añadió Moreira.
El director de OFENA, recordó también que debido a los minerales que contienen estos polvos, es recomendable cubrir los ojos para evitar mayores afectaciones, de ser posible evitar la exposición.
También dijo que este fenómeno atmosférico tendrá una durabilidad de al menos cinco días, iniciando en las próximas horas de este domingo y finalizando el día jueves.
Foto principal: Agencias
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