Desde que Daniel Ortega llegó a la presidencia en el año 2007 empezó a desarrollar una política de cooptación tanto en la Policía Nacional como en el Ejército de Nicaragua, asegura Hugo Torres, general de brigada en retiro.
Esta política de cooptación buscaría “mantener contentos a los militares (…) a cambio de lealtad del estamento superior del Ejército hacia Ortega”.
Esta política se ha materializado con halagos, oportunidades para hacer negocios, “hacerse de la vista gorda ante un negocio turbio”, mejorar las condiciones de vida y de trabajo, emplear en el Estado a los familiares y a los mismos militares cuando pasen a retiro, dice el ex guerrillero sandinista.
“El mensaje es que estén bien conmigo, que los estoy tratando muy bien que una vez que salgan a retiro tienen empleo asegurado”, ese sería el mensaje que envía Ortega a los militares, según la explicación del comandante Torres.
“Además de la pensión que van a recibir por ser retirados, van a tener empleo asegurado, es decir, van a duplicar sus ingresos pero además de eso tenés a la esposa, al hijo, a la sobrina como empleados” en otras instituciones del Estado.
Si el militar no toma el puesto que Ortega le ofrece, Torres comenta que podría ser considerado como un acto “malagradecido” e incluso podría llegar a considerársele como traidor.
“Por eso es que hoy vemos a un buen número de generales y coroneles empleados en distintas dependencias del gobierno” añade Torres.
Algunos militares que están o han estado en cargos públicos
Algunos ejemplos de militares en retiro que estuvieron o están en cargos públicos son los del general en retiro del Ejército, Ramón Humberto Calderón, que hasta hace algunos meses ostentó el cargo de presidente de la Junta Directiva de la estatal Empresa Nicaragüense de Petróleos Petronic.
Omar Halleslevens escaló posiciones dentro del Ejército de Nicaragua, en donde realizó labores de Inteligencia y Contrainteligencia e incluso fue asesor del ex general Javier Carrión. Halleslevens fue vicepresidente de Nicaragua de 2012 a 2017 y aactualmente ocupa el cargo de asesor con rango de ministro para asuntos específicos.
El recién sancionado por el gobierno de los Estados Unidos, Oscar Mojica es otro militar en retiro que hoy ocupa un cargo en el Estado. Actualmente, es el Ministro de Transporte e Infraestructura y según Estados Unidos, administra “una parte significativa de las finanzas personales y oficiales del Presidente Ortega y de la Vicepresidenta Murillo, incluidas las inversiones en plantaciones de café y establecimientos hoteleros”.
Denis Moncada Colindres ocupa el cargo de Canciller de Nicaragua y pasó a retiro como general de brigada del Ejército. Moncada había desaparecido de la política y de la escena pública hasta que Ortega volvió al poder en 2007.
El Director del INSS, Roberto López también es coronel en retiro del Ejército y como parte de sus labores de dirección ha aprobado varios préstamos a constructoras de la institución militar con fondos de los cotizantes para el desarrollo de varias urbanizadoras.
Vía libre para sus negocios
El coronel en retiro del Ejército de Nicaragua, Roberto Samcam, declaró al programa Ojo Crítico que parte de esas «ventajas» que ofrece Ortega a los militares a cambio de su fidelidad, son la operación sin fiscalización de los grandes consorcios que tiene el Ejército.
«El Ejército está metido en cantidades de empresas, una de ellas por ejemplo es el Hospital Militar y el PAME, el PAME recibe una cantidad enorme de afiliados, y acordémonos que el INSS entrega por cada afiliado 400 córdobas al mes, si te dan 120 mil afiliados mensuales, esos 120 mil hay que multiplicarlos por 400 córdobas y eso te entrega el INSS religiosamente, vayan o no los afiliados a consulta», explicó Samcam.
Samcam también indicó que hay muchas más empresas llenando las arcas de la institución militar «Hay empresas en la construcción, eso es uno de los mayores activos que tienen, tienen fábricas de boas, supermercados, la tienda del Ejército, hay inversiones en Panamá, en la Bolsa de Valores de Nueva York, es decir, la pregunta más bien sería ¿Dónde no están?», manifestó.
Para el exmilitar, este vínculo económico que tienen los militares repercute en la posición actual del Ejército «Por eso es que ellos no dijeron absolutamente nada durante la crisis y más bien se convirtieron en cómplices, ¿por qué?, por el temor a perder todo ese apoyo que les ha dado Ortega, aseguró.
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