Motivados por las oportunidades laborales en el sector tabacalero, unos 200 ciudadanos originarios de la Costa Caribe han estado llegando desde mayo de este año a las ciudades de Estelí y Condega, al norte de Nicaragua, donde han sido vistos realizando compras de ropa y calzado usado y comida, como también rentando cuartos y viviendas por 100 o 150 dólares mensuales.
Estas familias han decidido viajar desde tan lejos para trabajar en las fábricas de puros y en el campo donde se cultiva la hoja del tabaco, logrando percibir ingresos entre los 2 mil y 2 mil 500 córdobas semanales, dependiendo del cumplimiento de metas.
En los barrios periféricos Sandino y El Rosario, al noreste y al noroeste respectivamente de la ciudad de Estelí, grupos de jóvenes miskitos rentan varios cuartos en una vivienda y otros (entre mujeres y hombres jóvenes con niños) ocupan casas que comparten el pago de la renta, mientras que otras familias llegadas de la Costa se han ido más al norte, a Condega, donde están ubicadas otras grandes empresas del sector tabaco.
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“Es fácil identificarlos porque hablan, para comunicarse entre ellos, más en inglés o en su lengua nativa que el español”, aseguró Ismael Rocha Pérez, vigilante de una empresa de puros ubicada a menos de un kilómetro del poblado de Condega.
La mayoría de las 46 empresas del tabaco en Estelí y Condega enfrentan, desde el 2018, una escasez de mano de obra en las fábricas de puro y de jornaleros en las fincas en el campo, y a pesar de instalar rótulos a la entrada de estas instituciones ofreciendo empleos, sin necesidad de tener experiencia alguna, ha sido muy poco el ingreso de trabajadores.
En busca de oportunidades
“Venimos a trabajar aquí en el tabaco, porque en nuestra zona de Sandy Bay no hay oportunidad de empleo. Muchos han salido hacia otros lugares porque hombres que les dicen colonos han ocupado a la fuerza nuestras tierras y nadie nos ayuda, ni el gobierno nos brinda seguridad”, dijo Víctor Manuel Dixon, de 33 años, originario de la rivera del Río Prinzapolka, quien agregó que se enteró de que había oportunidad de trabajo en las pureras en Estelí, por un amigo que viaja mucho a las zonas de la Costa Caribe.
“Estamos aquí mi mujer y yo, y rentamos una casa con otras familias en este barrio (El Rosario), porque nos queda muy cerca la fábrica de puros, donde trabajamos de las 7:00 de la mañana hasta las 5:00 de la tarde, de lunes a viernes, y ganamos entre los dos (su mujer y él) unos 10 mil córdobas”, dijo por su parte Jonathan Andrew Hooker, de 28 años, quien afirmó que junto a él y su mujer han viajado otras parejas de amigos jóvenes de la Laguna de Dakura.
Según Bertha Emilia Martínez Rodríguez, propietaria de un pequeño establecimiento de ropa usada en el barrio Sandino de Estelí, los costeños son clientes habituales.
“Al inicio, cuando varios vinieron a la tienda (de ropa usada), yo pensé que eran haitianos, porque esa gente también es de color y hablan el inglés, pero les pregunté y me dijeron que eran de la Costa Atlántica y que andaban buscando trabajo en las empresas del tabaco aquí en Estelí”, manifestó.
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Gestores de empleos
Un funcionario de una de las empresas tabacaleras ubicada en la salida norte de la ciudad de Estelí afirmó que desde mayo se ha logrado conseguir mano de obra procedente de la Costa Caribe, gracias a gestores que viajan constantemente a esa región.
“Aquí tenemos trabajando a unas 50 personas, porque se requiere muchos trabajadores, debido a que la gente que antes teníamos ha emigrado fuera del país. Pero estamos resolviendo igual que otras empresas que enfrentan el mismo problema”, subrayó.
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