WASHINGTON DC — «Regalos del corazón» es el tema de la primera Navidad de Jill Biden como primera dama, y ha llenado la casa histórica con tributos a quienes le inspiraron durante el año pasado: trabajadores de primera línea que superaron la pandemia, miembros de las fuerzas armadas que dieron su vida y los miembros de su familia, así como las de los presidentes anteriores.
El árbol de Navidad oficial de este año es un abeto Fraser de 5,5 metros de altura, y está cubierto de palomas blancas y cintas con los nombres de los estados y territorios de Estados Unidos.
«A pesar de todas nuestras diferencias, estamos unidos por lo que realmente importa, como los puntos en una estrella», dijo Jill Biden después de que se revelaran las decoraciones esta semana.
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«Nos unimos en el corazón. Eso es lo que quería reflejar en nuestra Casa Blanca este año. En cada habitación, contamos una historia de regalos desde el corazón en el ala este. Vemos el regalo del servicio con estrellas fugaces que representan los trabajadores de primera línea que trajeron luz a nuestras vidas en los días más oscuros de esta pandemia», agregó
Las decoraciones de este año se hacen eco del tema de la última Navidad de la anterior primera dama, Melania Trump. Sus últimas decoraciones navideñas en el cargo rindieron homenaje a los miembros de los servicios de emergencias, como la policía y los trabajadores de la salud, que también aparecieron en las decoraciones de este año.
¿Podemos comernos ese pan gigante?
Como de costumbre, este año el equipo de pastelería de la Casa Blanca pasó varias semanas armando una gran exhibición de pan de jengibre.
La construcción de 226 kilogramos representa a la Casa Blanca, pero también incluye una escuela, estaciones de bomberos, policía y de servicio, un hospital, una oficina de correos, una tienda de comestibles y un almacén.
La chef de repostería ejecutiva Susan Morrison dijo a Voz de América que la exhibición tomó 55 hojas de pan de jengibre; 55 kilogramos de pastilla, un tipo de glaseado de pasta de azúcar; otros 15 kilogramos de glaseado real; y 13 kilogramos de chocolate. Además de una gran cantidad de algo llamado «pasta de goma», que es una masa de azúcar que se usa para la decoración.
«Prometo que no voy a hacerlo», indagó el periodista de la Voz de América, «pero ¿podría comerme todo esto?».
«Técnicamente, podrías, excepto que está destinado a ser exhibido», dijo Morrison riendo. «Así que la formación de hielo en el exterior, cuando se expone al aire, se vuelve tan firme como el hormigón».
La chef sonrió y la VOA no tocó ni intentó comer de la exhibición de pan de jengibre.
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Lo amas o lo odias, ‘te amamos’
Los árboles de Navidad han sido un elemento fijo de la Casa Blanca durante más de un siglo, pero fue la primera dama Jacqueline Kennedy quien comenzó a decorarlo de manera temática, basándose en la obra ‘El Cascanueces‘ para su primer proyecto.
Los esfuerzos de las primeras damas no siempre han sido bien recibidos. El tema de este año no fue una excepción y algunos estadounidenses recurrieron a Twitter para expresar sus diferencias con el estilo de la primera dama.
En su momento, los críticos se alarmaron por las decoraciones de 2018 de la entonces primera dama, Melania Trump, que incluían árboles de Navidad rojos, y algunos las tildaron de «más aterradoras que festivas».
Pero la primera dama Biden dijo que si bien el mundo todavía puede dar miedo, las vacaciones no deberían hacerlo.
«Todavía hay desafíos por delante para nuestra nación», dijo, en declaraciones a los más de 100 voluntarios, junto a los adornos con los 41 árboles de Navidad de la Casa Blanca con 80.000 luces, 1.800 metros de cinta y más de 10.000 accesorios.
«Habrá momentos en los que las respuestas no parezcan claras. Pero también tenemos una luz que nos guía. No una estrella en el cielo, sino una verdad divina dentro de nosotros, los valores que nos hacen quienes somos, los hilos que nos unen a todos, los regalos del corazón», concluyó.
Nicaragua Investiga
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