De un gimnasio en ruinas surgen atletas que han puesto en alto a la Costa Caribe Sur

Cada tarde ochenta jóvenes de todas las edades y entrenadores se reúnen a practicar en un edificio que vivió los mejores años de Bluefields: el antiguo cine Variedades, que se encuentra ubicado en el centro de la ciudad.

En un doble uso, esta vieja estructura ha servido durante 25 años como escuela de boxeo a jóvenes de diferentes municipios del Caribe Sur, que aspiran representar su tierra en torneos nacionales e internacionales.

Sin embargo, estos sueños se ven truncados por la falta de un lugar que preste las condiciones de entrenamiento óptimo de una disciplina altamente demandante como lo es el cuadrilátero de combate.

“Esta es la cuna que vio nacer a ‘Tingui’, el subcampeón centroamericano, muchacho que nació aquí en este lugar, bajo este medio techo”, compartió José Luis Áreas, vicepresidente y entrenador de la liga Alexis Argüello Regional.

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La necesidad de un gimnasio de boxeo se evidenció más con el paso del huracán Julia, los fuertes vientos y las lluvias destruyeron “el medio techo” que servía de escuela de entrenamiento.

Después del Julia, niños, niñas y jóvenes se disponían a reanudar sus entrenamientos, sin embargo, los escombros, suciedad, inundación y falta de techo limitó esta intención.

“No hemos entrenado por la lluvia y gracias a Dios que no se nos cayó todo el edificio ahorita con el huracán Julia, aquellas láminas se fueron, no tenemos láminas para reponer, pero tampoco nos servirían, si ya la estructura no sirve y mi miedo es que en cualquier momento ésto se caiga” lamentó el entrenador.

Al igual que “El Tingui” otros jóvenes se han adaptado a entrenar con limitaciones, lo que ha servido mucho para demostrar sus capacidades, no obstante, este espacio ya no brinda ni las mínimas condiciones para continuar entrenando.

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No han tenido respuesta

Una carta de solicitud enviaron entrenadores de la selección regional Alexis Argüello a las autoridades nacionales de deporte, pues ésta es la única herramienta que poseen para hacer eco de su necesidad.

Sin embargo, no reciben respuesta, por lo que la preocupación ha aumentado y no ven alternativa y temen no ser escuchados, ya que la seguridad física de todos los atletas podría estar en riesgo si llegara a caer esa infraestructura.

Y aunque las autoridades municipales prestan un gimnasio multiusos en ocasiones para realizar veladas boxísticas o realizar entrenamientos en un horario específico, la necesidad de un espacio propio es urgente, ya que en ese multideportivos no pueden crear un ring boxístico para entrenar.

“En todos los departamentos los boxeadores tienen un buen gimnasio, bonito, esperamos nos escuchen y por eso le hago un llamado al señor Marlon Torrez (director ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Deportes), que nos tomen en cuenta como región”, expresa el entrenador.

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De un lugar en ruinas, como le llaman los atletas, han salido muchos talentos regionales, hombres y mujeres que representan al caribe, pero la falta de interés de las autoridades locales, regionales y nacionales desvirtúan el esfuerzo que hacen entrenadores, lo que ha llevado a que padres de familia a retirar a sus hijos de los entrenamientos.

“Yo saque a mi hijo (de 12 años) de allí, no es por los entrenadores, es por el lugar, en el día venden verduras y de todo un poco allí, por las noches sirve de bodega de esos productos y de gimnasio, siento que no es agradable estar así, sinceramente no hay apoyo al boxeo”, refutó un padre de familia y aficionado a ese deporte.

Este padre al igual que muchos lamentan que los niños y jóvenes no tengan un lugar óptimo para recibir las prácticas y que el apoyo de las autoridades sea mínimo, “cuando es tan difícil alejarse del mundo de las drogas y acercarse al deporte en estas circunstancias no es sencillo”, reflexiona el progenitor del niño.

Si bien, antes del paso de este evento natural, atletas y entrenadores ya demandaban mejores condiciones esperan que el drástico deterioro de este viejo cine sirva de alerta a las autoridades para atender sus justas demandas.