Aunque los lugareños las conocen, los turistas que visitan la paradisíaca isla de Ometepe, en el lago Cocibolca de Nicaragua, desconoce que allí también hay cavernas. Estas se ubican en la comunidad El Corozal, del municipio de Altagracia, y no figuran entre los destinos a visitar.
En las laderas del volcán Maderas se encuentran las cinco cavernas. Estas tienen ocho metros de fondo y cinco metros de ancho.
Foto: Voces en Libertad.
El lugar seguramente fue refugio de animales y humanos en diferentes momentos de la historia, según valoraciones presentadas por Rigoberto Navarro Genie, consultor en temas de arqueología y museo.
“Probablemente estas cinco cuevas revelan estructuras, formas y elementos de erupciones del volcán Maderas, que evidencian un mejor conocimiento de la historia geológica de la isla”, detalla Navarro, quien es miembro de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua.
El experto relata que había escuchado de los isleños acerca de la existencia del sitio histórico, pero fue hasta mediados de este año que tuvo la oportunidad de recorrer las cavernas y observar sus paredes que conservan diferentes colores de piedras, como parte de las transformaciones geológicas del lugar.
Además de su importancia geológica, este sitio puede aprovecharse para investigaciones arqueológicas y ambientales. La oscuridad de las cuevas crea un ambiente propicio para albergar una variedad de murciélagos que se alimentan de frutas. Esta especie tiene una gran importancia en la preservación del bosque de la zona, por su trabajo de polinización.
Buen lugar, pero de difícil acceso
Los habitantes de la comunidad El Corozal han escuchado de sus antepasados de la existencia de estas cavernas, pero aseguran que no existe una estrategia de promoción del sitio. Confían en que en un futuro, las cavernas se conviertan en un destino turístico de la isla de Ometepe. Tienen claro que para que eso pase, las autoridades, deben realizar inversiones para mejorar la ruta de acceso.
Para llegar a las cuevas se tiene que avanzar más de 600 metros entre el camino y el área costera del volcán Maderas, pero hasta la fecha, no existen senderos con gradas y barandas que garanticen la seguridad del visitante. Quienes se aventuran a llegar a las cavernas, buscan la ayuda de un guía de la zona que conoce muy bien los riesgos que presenta el viaje.
Traería beneficios a la comunidad
En sus primeras observaciones, Rigoberto Navarro recomienda realizar una exhaustiva investigación del sitio arqueológico, que al final determine la mejor manera de aprovecharlo y conservarlo.
De lograr posicionarse como un destino turístico, las cavernas de El Corozal, su población espera mejorar su economía, por la apertura de nuevos hostales que recibirían a los turistas nacionales y extranjeros que lleguen a conocer el volcán Madera y los sitios turísticos hermosos de la zona, como playa Perú que también ofrece una majestuosa vista al coloso.
Nicaragua Investiga
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