La persecución del régimen de Daniel Ortega contra sacerdotes, no cesa en Nicaragua, en esta ocasión, el sacerdote Pedro Méndez, titular de la parroquia Santa María Magdalena en Monimbó, Masaya, tuvo que resguardarse, el jueves 23 de marzo, debido a las amenazas de encarcelamiento por la policía al servicio de la dictadura sandinista.
Todo sucedió después que la parroquia convocará en su página de Facebook a una jornada de ayuno y oración para este viernes, ofrecida por monseñor Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua y por monseñor Rolando Álvarez, obispo de la Diócesis de Matagalpa, encarcelado y condenado a 26 años de cárcel por el régimen de Ortega.
“El padre Pedro y la Parroquia Santa María Magdalena del barrio de Monimbó expresan su fidelidad a nuestra Iglesia, en la persona de los Obispos, Sacerdotes y Fieles todos”, decía la invitación, que tuvo que ser eliminada, porque al parecer esto molestó a la dictadura de Ortega, que se ha ensañado en agredir y perseguir a los religiosos católicos.
Una fuente confirmó a Nicaragua Investiga que sacerdotes “persuadieron (al padre Méndez) para que se fuera, entonces lo convencieron y él está bajo resguardo” y otro sacerdote asumió la parroquia temporalmente.
Pero esta no es la primera vez que los servidores del régimen agreden al padre Méndez. La fuente recordó que “durante la operación limpieza de julio del 2018, este religioso fue golpeado y torturado por paramilitares que entraron pateando las puertas de dicho templo”.
Dictadura no tolera ni la procesión de los perros en honor a San Lázaro
Régimen prohibió actividades religiosas en Masaya
La dictadura de Daniel Ortega y Rosario Murillo, no sólo ordenó que no se realicen los Viacrucis y actividades de la Iglesia católica en Semana Santa, también prohibió la procesión de San Lázaro, Masaya, programada para el 26 de marzo. En esta actividad los promesantes asistían tradicionalmente con sus perritos.
Un poblador afirmó a la plataforma Voces en Libertad, en una publicación del 23 de marzo, que “estas prohibiciones de actividades católicas y la persecución de sus líderes religiosos, no es más que una venganza por apoyar al pueblo en las luchas por sus reivindicaciones, principalmente cuando se levantó Monimbó”.
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