Luego que la iglesia católica mediara en el primer diálogo nacional entre el gobierno y la oposición durante el inicio de la crisis sociopolítica de 2018, este martes el obispo de la diócesis de León, monseñor René Sándigo, dijo a Nicaragua Investiga que un nuevo diálogo sería la solución a la crisis en la que aún está sumergida el país y que podría agudizarse en los próximos años.
Un diálogo «es el único camino para encontrar soluciones a las dificultades, pero creo que primero tenemos que quemar una etapa importante y es la etapa de ‘escucha’, y eso no es fácil porque implica una serie de valores que tal vez habría que fortalecer», dijo el religioso luego de dar el grito de ¿Quién causa tanta alegría? en León.
«La iglesia católica siempre estará no solo de acuerdo con el diálogo, sino fomentándolo. De hecho todos lo que nos movemos en ella, hemos participado en pequeños diálogos, en medianos diálogo y en grandes diálogos», agregó monseñor.
Según el obispo, señalado de tener mayor afinidad con el régimen de Ortega, el nuevo diálogo implicaría pedir «disculpas de los errores y de no tener la verdad absoluta». Además, sería un «diálogo profundo, serio» en el que se disponga de «humildad» para «querer buscar soluciones».
Anteriormente, el nuevo presidente de le Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), monseñor Carlos Enrique Herrera, manifestó su interés de que la iglesia pueda mediar en un posible diálogo entre el Ortega y la oposición, como una forma de contribuir a solucionar la crisis que atraviesa el país desde abril de 2018.
Ortega y su amor por los golpistas de izquierda
«La Iglesia siempre busca el bien de todos y estamos dispuestos. Ojalá que se dé esa iniciativa para nosotros colaborar como mediadores”, dijo monseñor en entrevista a la Voz de América.
El caudillo sandinista contra la iglesia católica
Aunque la propuesta de mediar un posible diálogo no se ha oficializado, el líder católico asegura que han reiterado su disposición “a través de las cartas pastorales o a través de mensajes públicos anunciados a través de los medios de comunicación”, pero hasta ahora -asegura- sin lograr una respuesta positiva del presidente Ortega.
El falso catolicismo de Rosario Murillo
Hasta el día de hoy, la iglesia católica ha sido la única voz crítica contra Ortega, lo cual le ha costado pagar con el precio de la persecución y el exilio de algunos sacerdote y obispos como monseñor Silvio Báez y el padre César Augusto de Monimbó, Masaya.
Para Ortega y su esposa Murillo, los sacerdotes son «hijos del demonio» -así los llamó en un acto público- luego que la iglesia mediara desde 2018 para la liberación de todos los reos de conciencia y por la construcción de un Estado democrático.
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