Unión Europea no ve viable suspender a Nicaragua del Acuerdo de Asociación

La Unión Europea sigue preocupada por la situación de Nicaragua, pero no ve viable la suspensión del Acuerdo de Asociación UE-Centroamérica (ADA), según declaró este martes 11 de julio, Peter Stano, portavoz para Asuntos Exteriores de la Comisión Europea.

Stano fue entrevistado por la radioemisora española RFI y dijo que si la UE suspende “algún acuerdo de cooperación y de comercio con Nicaragua, al régimen (de Daniel Ortega) le va a dar igual, pero a la población no”.

“Nuestros proyectos de apoyo financiero y comercial están dirigidos a la gente. No hacemos nada con el régimen, no hacemos nada con autoridades, todo está focalizado para que sea la población de Nicaragua la que se beneficie. Si suspendemos esas actividades los primeros que van a sufrir son los ciudadanos que ya sufren mucho bajo régimen de Ortega”, sostuvo el funcionario europeo.

¿Al régimen le convendría la eliminación de los TLC?

Este planteamiento es compartido por el economista nicaragüense Juan Sebastián Chamorro, quien expone que “el principal beneficiario de los Tratados de Libre Comercio (TLC) son los consumidores y los exportadores, y no los regímenes”. De acuerdo a su explicación, la “reducción de aranceles a las importaciones reduce los ingresos fiscales de los gobiernos” y más bien le convendría a Ortega.

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“Si de ingresos fiscales se tratara, en realidad a Ortega le convendría la eliminación de los TLC porque podría imponer impuestos a los productos que se importan de Europa o de Estados Unidos. Restricciones comerciales tienden a afectar a la población que se beneficia demás en el sector exportador de empleos que se generan producto del tratado comercial, el mejor caso es el CAFTA, que ha generado una enorme cantidad de empleos en el sector de zonas francas”, explica el economista.

Otro de los que también concuerda con estas afirmaciones es el analista político José Dávila Membreño; sin embargo, aclara que la Unión Europea debe “insistir por sistemas democráticos”.

“Está bien que los acuerdos comerciales se sigan desarrollando porque benefician en la parte de comercio y la cooperación a otros sectores económicos, empresariales, de trabajadores en los proyectos de exportaciones. Está bien que los consideren y que continúen, pero tienen que ser muy claros con estos regímenes… La Unión Europea debería de hablarles claro y considerar todas las presiones posibles para que restauren las democracias y así poder pensar que en América Latina está imperando la democracia, las libertades y el respeto a los derechos humanos”, señaló el analista político.

Comercio entre Nicaragua y la UE

Para poner en perspectiva, en 2022 las exportaciones hacia la Unión Europea significaron $334.9 millones, y hasta abril de 2023 ya suman $123.3 millones, esto sin incluir lo exportado por las zonas francas. La cifra a todo el continente europeo ya supera los 167 millones de dólares.

En el caso de las importaciones, Europa y principalmente el bloque de países que conforman la Unión Europea tiene un importante significado para Nicaragua. En 2022, sin incluir el dato de zonas francas, la cifra alcanzó los $603.1 millones y hasta abril de 2023 la suma llegó a los $145.1millones.

Los productos importados procedentes de la Unión Europea representaron $480.7 millones en 2022 y para abril de este 2023, se situaba en $116.4 millones. Todo ello según datos del Banco Central de Nicaragua (BCN).

Por la importancia de estas relaciones comerciales con la Unión Europea es que tanto Peter Stano, Juan Sebastián Chamorro y José Dávila concuerdan en que sería contraproducente suspender los tratados con Nicaragua. Sin embargo, los dos nicaragüenses difieren del portavoz para Asuntos Exteriores de la Comisión Europea, en cuanto a las sanciones individuales y a empresas involucradas con el régimen. Para Chamorro “da la impresión de que las sanciones han sido suficientes”.

Sanciones no son suficientes

“La UE ya ha introducido las sanciones: ‘medidas restrictivas’, como las llamamos en la Unión Europea. Hay más de 20 personas en la lista de sanciones europeas y tres organizaciones. Estamos dispuestos a tomar otras medidas si es necesario”, declaro Stano en la entrevista en la que se hacía referencia a la próxima cumbre de la UE y a Comunidad de Estados de Latinoamérica y el Caribe (CELAC), que llevará a cabo este próximo 17 y 18 de julio en Bruselas, Bélgica.

Ante esto el economista y opositor Juan Sebastián Chamorro recalcó que no es suficiente.

“Él mismo establece un número ilimitado de individuos o empresas sancionadas, 20 sancionados nada más, eso es insuficiente y un número ilimitado de organizaciones que le significan recursos económicos a la dictadura. Esto tiene que aumentar, tiene que aumentar el número de sancionados individuales y de organizaciones criminales que canalizan recursos para financiar la represión. Es insuficiente lo que se ha podido hacer a nivel internacional”, expuso Chamorro.

En ese mismo sentido, el analista político José Dávila Membreño, sostiene que la próxima cumbre entre la Unión Europea y la CELAC debería de ser el espacio en que el bloque europeo muestre “su oposición clara a favor de los derechos humanos, de los estados de derecho, elecciones libres y todos los valores democráticos que defiende la Unión Europea”.

Esta es la millonaria suma en cooperación que Ortega considera «centavos»

“La Unión Europea debe ser clara con estos regímenes y presionarlos a que tomen medidas para democratizar estos países, no puede considerarlos como países normales. Tiene que ser claros con ellos y considerar todas las medidas posibles para que abran proceso de democratización”, añade Dávila Membreño.

Escrutar fondos que se dirigen a Nicaragua

En cuanto al apoyo financiero y comercial de la Unión Europea dirigido hacia la población de Nicaragua, Juan Sebastián Chamorro sostiene que el bloque debe asegurarse de que realmente llegue a su destino sin pasar por las estructuras del poder.

“El financiamiento de proyectos tienen que asegurarse de que lleguen a la gente, pero que además no pasen por las estructuras públicas como algunos proyectos de países europeos… Estos financiamientos tienen que llegarle a la gente para asegurarles ayuda humanitaria, en políticas sociales sin que pasen por la dictadura”, sostiene Juan Sebastián.

En los últimos tres años la comunidad internacional le ha entregado al dictador Daniel Ortega 3,635.7 millones de dólares en concepto de cooperación, de estos, 97.2 millones provinieron sólo de la Unión Europea, por aparte el régimen recibió cuantiosas sumas provenientes de Países Bajos, Alemania, Luxemburgo, entre otros. Pese a ser sumas millonarias, para el líder del régimen estas han sido simples “limosnas” y “centavos”.

Ante la próxima cumbre en Bruselas, José Dávila apunta que la Unión Europea “no debe de olvidar que la CELAC tiene un sesgo político porque la hicieron pensando en sustituir a la OEA y excluyeron a Estados Unidos y Canadá”.

Por su parte, el economista Juan Sebastián Chamorro recalca que “la eliminación de una relación comercial con Europa traería más costos a la población, que beneficios a la lucha por la democracia”.