Las exportaciones volvieron a caer en noviembre de 2023, según el informe de “Estadísticas de Comercio Exterior” publicado recientemente por el Banco Central de Nicaragua (BCN).

De acuerdo a la entidad, las exportaciones totales fueron de “7,036.4 millones de dólares, para una disminución interanual de 1.8 por ciento”, en la que las zonas francas y especialmente el sector textil, fueron determinantes al registrar nuevamente números negativos como ocurrió en otros meses del 2023.

“La disminución interanual de las exportaciones fue resultado de menores colocaciones de bienes de zona franca (-8.0 por ciento), que superaron el aumento de las exportaciones de mercancías (4.4 por ciento), explicado principalmente por el incremento de 5.3 por ciento en los precios promedio contratados”, detalla el informe.

Es decir, nuevamente el país se ve beneficiado de los buenos precios internacionales y no porque haya aumentado el volumen exportado.

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“La disminución de las exportaciones de zona franca, se debió a menores embarques de productos textil (-14.9 por ciento), aceite de palma africana (-34.2 por ciento) y productos pesqueros maquilados (-29.7 por ciento), atenuado por el aumento de las exportaciones de arneses (20.8 por ciento) y tabaco (9.8 por ciento)”, agrega el documento.

Se perdieron más de 10 mil empleos

El impacto de la caída entre el 8 y hasta el 9 por ciento en las exportaciones de zonas francas, según estimó en una entrevista en el oficialista Canal 8 de televisión, Fernando Sánchez, director de la Comisión Nacional de Zonas Francas (CNZF), fue determinante en la caída de empleos en el sector, que por años ha sido el que más puestos de trabajo genera.

“Fueron 3 mil millones 900 mil dólares para el sector de zonas francas, números muy pequeños para lo que realmente estamos haciendo, que fue prácticamente un 8 o 9 por ciento de caída del año pasado. En términos de empleos fue la que más fue afectada, fueron 9 mil empleos; los otros sectores repuntaron, especialmente se vio la fortaleza del sector de arneses automotrices”, explicó Sánchez.

En cuanto al número de empleados en el sector, detalló que cerraron el 2023 “en 123 mil”, tras la reducción de los 9 mil puestos de trabajo. Sin embargo, al revisar los datos del Banco Central, se observa que en diciembre de 2022 había 133 mil 104 trabajadores, por lo que la diferencia en realidad es de 10 mil 104, es decir, mayor que el dato proporcionado por Sánchez.

Para poder volver a equilibrar el sector de las zonas francas, apuestan a las inversiones chinas. A estos empresarios le ofrecen mano de obra con salarios casi tres veces más bajos que los que encuentran en Honduras, lo que según sus críticos, refleja los verdaderos intereses del régimen de favorecer al gran capital y no apoyar al bienestar y la mejora de la calidad de vida de sus ciudadanos.

Aumentos salariales serán menores

“En este año ya el salario mínimo subió un 8 por ciento, creo que eso fue recién anunciado por nuestras autoridades; en el 2025 va a aumentar 7 por ciento; en el 2026, 6.7, y en el 2027, 6.7. Un total de 40 por ciento de aumento desde finales de 2022 a finales de 2027, eso siempre favorece a los trabajadores”, agregó el director de la CNZF.

Sin embargo, los números demuestran todo lo contrario, estos en lugar de aumentar o al menos mantenerse con el paso de los años, más bien van a disminuir, lo que reducirá considerablemente el poder adquisitivo de los trabajadores de las zonas francas.

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“A pesar de que estamos nosotros en esta programación que permite predictibilidad, que da estabilidad a las empresas, a los empresarios, a los inversionistas, en comparación con Honduras, por decir, el salario mínimo si no me equivoco son 600 dólares en maquila”, dijo Fernando Sánchez.

Es decir, Nicaragua ofrece un mercado para las inversiones en zonas francas que resulta atractivo no por otro tipo de incentivos, sino porque ofrece una mano de obra totalmente barata.

Para poner en perspectiva, este 2024 el salario mínimo de las zonas francas en Nicaragua se sitúa en 8,746 córdobas, equivalentes a unos 238.8 dólares, es decir, 383.32 dólares menos que el salario de ese mismo sector en Honduras, que en 2023 se situó en 622.12 dólares.

El régimen Ortega-Murillo han dejado atrás las supuestas protestas que hacían junto a sindicalistas para luchar por los derechos de los trabajadores en los llamados “gobiernos neoliberales”, a cambio han recetado paupérrimos aumentos salariales y hasta se han atrevido a reducir los cálculos de la liquidación de los trabajadores del Estado.