¿Comprar electrodomésticos al crédito o al contado?

Imagine que entra a una casa comercial en búsqueda de una nueva cocina, encuentra una a un precio de contado de C$8,809, con la posibilidad de adquirirla a solo C$383 mensuales por cuotas de 39 meses, lo que podría resultar una idea tentadora en el momento por la baja tarifa. Sin embargo, al sacar cuentas reconocerá que al finalizar esos tres años terminará abonando un total de C$14,937, es decir, casi el equivalente a otra nueva cocina.

Datos del Banco Central de Nicaragua (BCN) revelan que durante el segundo trimestre de este año incrementaron las importaciones de bienes de consumo duraderos, sobre todo debido a las compras de productos de electrodomésticos, las cuales incrementaron un 54.3%.

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De forma paralela, el mercado de créditos ha registrado un crecimiento de variaciones interanuales positivas; y las carteras que han mostrado los principales repuntes han sido las tarjetas de crédito y los créditos personales. Estos dos indicadores pueden reflejar un aumento en la demanda y el consumo de electrodomésticos, por lo que es necesario conocer cuál es la mejor manera de adquirir este tipo de bienes sin afectar el bolsillo.

¿Al crédito o al contado?

Comprar artículos de línea blanca a través de un crédito no es una opción recomendada por expertos. Gisella Canales, directora de la plataforma financiera Dele Peso a sus Pesos, comparte que «el problema con este tipo de créditos es que es muy caro, por tanto, aunque lo saques en pocos meses, siempre es un costo elevado ese financiamiento, por lo que se debe analizar bien cuándo recurrir a esta opción».

«Casi siempre cuando los compradores visitan las tiendas de electrodomésticos se fijan sólo en cuánto es lo que deben pagar mensual o quincenal y se dejan llevar por la cuota que más se ajuste a sus capacidades, sin reparar en el plazo y cantidad que pagarán por ese crédito» detalla en uno de sus artículos de Dele Peso a sus Pesos.

En este también explica que un crédito no es recomendable cuando se habla de adquirir artículos de consumo que no generen ningún ahorro o ingresos, como son la ropa, los zapatos o las salidas fuera de presupuesto.

Canales señala que la mejor forma de adquirir este tipo de bienes es al contado, es decir que se efectúe el pago de forma inmediata; y para ello recomienda ahorrar hasta tener el monto suficiente acumulado. «Muchas personas dirán que debe pasar mucho tiempo para ahorrar y comprar, pero no necesariamente es así» comparte. Al ahorrar la misma cantidad que la cuota mensual del crédito, la persona podría alcanzar la meta en pocos meses.

La experta en finanzas recuerda que el crédito es algo que «deberíamos usar únicamente para comprar cosas que no podemos comprar de contado porque su precio es demasiado alto», es decir para proyectos grandes como la compra de una casa. «Solicitar un crédito siempre debe ser una decisión muy meditada y sobre todo informada».

Al ser un tipo de crédito demasiado costoso el que se ofrece en las tiendas de electrodomésticos, Canales recomienda que este solo sea utilizado «cuando la circunstancia le obligue. Por ejemplo, si se averió la cocina de su casa, no tiene reparación, y no tiene ahorros para comprarla de contado; en una casa se puede pasar meses sin un microondas, sin equipo de sonido, sin lavadora y hasta sin televisor, pero sin la cocina es muy, muy difícil. En casos urgentes como ese puede recurrir a ese tipo de créditos, pero procure ahorrar lo suficiente para hacer una cancelación anticipada pronto y así no pagar muchos intereses»; pues a mayor plazo se adquiera el bien, mayor tasa de interés se deberá asumir.

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En cuanto a si acceder a este tipo de créditos puede ayudar con el historial crediticio, Canales agrega que «debido al segmento poblacional que atiende, este tipo de empresas es más flexible en el otorgamiento de crédito cuando hay algún antecedente de mora, lo que podría ser una oportunidad para volver a “enderezar” tu récord crediticio, al adquirir un nuevo crédito y pagarlo en tiempo y forma, pero debés recordar siempre que será un crédito caro».

«Generalmente los productos que se ofrecen en ese tipo de comercios son meramente de consumo, no vitales para nuestra vida, por lo que debemos repensar si vale la pena meter mano al crédito para ello» recuerda.