El asesinato de 45 periodistas, el secuestro de otros 54 y unos 84 desaparecidos es hasta la fecha el balance con el que la organización Reporteros Sin Fronteras (RSF) alerta sobre la situación que enfrenta la prensa a nivel mundial.
Aunque los asesinatos disminuyeron en comparación con otros años, otras formas de represión contra los comunicadores siguen marcando la pauta al punto de verse –según el balance anual- un aumento da la autocensura por el temor al que se enfrentan los periodistas.
La organización reitera que el descenso de muertes es significadito “pese a la tragedia” de la guerra entre Israel y Hamás en Gaza que en dos meses de conflicto ha dejado ya 17 periodistas asesinados en el ejercicio de su profesión.
“Aunque el balance de periodistas asesinados en el ejercicio de sus funciones en 2023 (45) alcanza su nivel más bajo desde 2002 (33), en cada guerra, los periodistas pagan un alto coste por informar”, este año 23 comunicadores han perdido la vida en zona de guerra, dice el informe, todos en el Medio Oriente.
Mejor preparados y mejores medidas de protección
“La caída en el número de periodistas asesinados puede explicarse parcialmente, en determinadas zonas, por la mejora en la seguridad de los reporteros”. En los conflictos armados los profesionales de la información están en general mejor preparados con equipos y formación, dice el informe.
Y en las zonas de paz los periodistas también «están mejor protegidos por la puesta en marcha de marcos reglamentarios destinados a garantizar su seguridad y por el refuerzo a mecanismos de lucha contra la impunidad”, reitera el organismo con sede en París, Francia.
Sin embargo, alerta que ese aumento de la autocensura “ante el recrudecimiento de los peligros de informar”, podría explicar una menor exposición a los “riesgos físicos”.
América Latina y el riesgo en México
En Latinoamérica también ha disminuido el número de periodistas asesinados, que pasó de 26 homicidios en 2022 a sólo seis este año, de los comunicadores ultimados en la región cuatro ocurrieron en México, menos de la mitad de los registrados en 2022, según RSF.
No obstante, la organización reitera que “este dato no implica que los periodistas trabajen con mayor seguridad en el país, como lo demuestran los tres secuestros de reporteros y los ataques armados contra cuatro periodistas acontecidos a finales de este 2023”.
En México y en otras regiones de América Latina se señala también como propulsores de la violencia contra los periodistas a los grupos del crimen organizado.
Al poner la lente sobre la región en general la organización estima que “los periodistas calculan de forma más sistemática los riesgos a los que se exponen” lo que supone un aumento de la autocensura como una nueva dinámica en la labor informativa en Latinoamericana.