El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, expresó asombro y dijo estar asustado por las advertencias del dictador venezolano Nicolás Maduro, quien afirmó que una victoria opositora en las elecciones del domingo se traduciría en un «baño de sangre».
«El 28 de julio sino quieren que Venezuela caiga en un baño de sangre, en una guerra civil fraticida producto de los fascistas, garanticemos el más gran éxito, la más grande victoria de la historia electoral de nuestro pueblo», dijo Maduro en un discurso electoral hace algunos días.
«Vamos a ganar por las buenas, o por las malas (…) tenemos que estar preparados para hacernos respetar, en las calles, con el pueblo, en unión cívico militar», gritó el dictador venezolano, abriendo enormes posibilidades de un caos tras el proceso electoral de este fin de semana.
«Me asusté con las declaraciones de Maduro, de que si él pierde las elecciones habrá un baño de sangre. Quien pierde las elecciones toma un baño de votos, no de sangre», afirmó el mandatario brasileño sobre su aliado durante una conferencia de prensa en su país.
«Maduro tiene que aprender, cuando ganas, te quedas; cuando pierdes, te vas y te preparas para otras elecciones», señaló Lula.
El líder brasileño también le dijo a Maduro que “si quiere contribuir a resolver el problema de crecimiento de Venezuela y la vuelta de los que se fueron, tiene que respetar el proceso democrático”.
Elecciones de 2024, una «oportunidad»
El presidente de Brasil y una figura de peso entre los países de izquierda de Latinoamérica consideró que las elecciones del domingo serán “la única oportunidad” para que Venezuela “vuelva a la normalidad” y que logre salir de la profunda crisis que viven desde hace más de 25 años.
“Eso es lo que deseo para Venezuela y para toda Suramérica”, indicó.
Lula pide que las elecciones venezolanas se realicen en el marco de los acuerdos que se alcanzaron en Barbados que buscan la pacificación del país suramericano y que entre otras cosas, demanda plena participación de la oposición y transparencia, de tal manera que los resultados sean reconocidos por todos, por lo que Lula ha expresado su preocupación porque Maduro vetó a Corina Machado como candidata.
Ahora con Edmundo González Urrutia como candidato apoyado fuertemente por Machado, Lula ha solicitado que haya amplia observación internacional en el proceso.
Desde que Chávez asumió el poder hasta la fecha más de 7 millones de venezolanos se han ido del país, representando una de las peores crisis migratorias en la historia de la región.
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