Pobladores de barrio capitalino alarmados por hallazgo de osamenta

Pobladores del “Grupo E” de las Américas Dos, del distrito Seis de Managua, se encuentran asombrados ante el hallazgo de una osamenta encontrada la tarde del viernes, 8 de septiembre, cerca de una rotonda.

Los restos estaban cubiertos de maleza en un sitio donde habitantes lanzan basura domiciliaria y aparentemente corresponden a un cráneo, mandíbula, piezas dentales y columna. Según los pobladores podría tratarse de una persona de edad adulta.

“Es la primera vez que ocurre esto. Yo soy fundador de Las Américas Dos y, en los 51 años que tengo viviendo acá, nunca se escuchó de personas que hayan desaparecido sin ser encontradas”, expresó un poblador a Nicaragua Investiga.

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El habitante explicó que, antes de la fundación del barrio, en el lugar solo eran fincas que fueron adquiridas por la dictadura de Anastasio Somoza para construir viviendas destinadas a las personas afectadas por el terremoto de 23 de diciembre del año 1972, por lo que sus primeras sospechas eran que se trataba de huesos de animales.

En el sitio donde fueron encontrados los huesos se ubica al frente del barrio Carlos Núñez, un asentamiento que nació en los años de 1990, posterior a las Américas Dos. “Antes, cuando nació el barrio Carlos Núñez, eran terrenos de siembras y, de igual manera, la gente tenía sus animales. Es probable que alguien que esté construyendo o zanjeando en esa zona encontraron esos huesos y por temor los vinieron a tirar acá”, señaló otro poblador.

Otro de los pobladores que habita en el sector, quien también aseguró ser fundador de las Américas Dos, explicó que antes del triunfo de la Revolución Sandinista era común que las familias sepultaran a sus deudos en terrenos baldíos, por lo que no descarta que se trate de una persona muerta durante la década de 1970.

“Es probable que se trate de alguien que murió en esa época y, con el tiempo, su familia se marchó del sector y estos restos fueron encontrados hasta ahora”, contó el ciudadano.

En un área verde, ubicada a pocos metros de donde apareció la osamenta, fueron sepultadas víctimas de la guerra y esos restos aún permanecen ahí.

La osamenta fue retirada por forenses, quienes realizarán estudios para determinar si efectivamente pertenecen a restos humanos y determinar el sexo y tiempo de fallecido.