La Policía Nacional, al servicio del dictador Daniel Ortega, confirmó la destitución del comisionado general Luis Pérez Olivas de la jefatura de la Dirección de Auxilio Judicial, conocida como El Chipote, y en su lugar colocó a Juan Victoriano Ruiz Urbina, quien era su segundo al mando y está siendo ascendido a comisionado general.
El nombramiento de Ruiz Urbina fue confirmado en una nota de prensa de la Policía publicada el jueves 7 de septiembre, en la que detalla los recientes cambios dentro de la institución.
La dictadura decidió ascender a 33 policías a comisionados generales para que se integren a las cojefaturas de la Policía en las delegaciones departamentales y los órganos de Dirección.
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La comisionada Ester María Muñoz Castellano acompañará a Victoriano Ruiz también como jefa de Auxilio Judicial. Muñoz, también ascendida de rango a comisionada general, se desempeñó como jefa del Departamento del Centro de Información Policial y ocupaba el cargo de segunda jefa de la Dirección de Inteligencia Policial desde abril pasado.
La «caída» del sancionado Pérez Olivas, conocido como el verdugo de los presos políticos de El Chipote, salió a luz en junio, sin embargo, el régimen lo mantuvo bajo sigilo hasta la fecha.
Entre los represores que Ortega decidió mantener en las jefaturas policiales se encuentran el sancionado comisionado general Fidel Domínguez, jefe policial en León, cuyo segundo al mando será la ascendida a comisionada general Erika Ramona Carvajal Silva.
Los nombramientos se realizan de cara al 44 aniversario de fundación de la Policía Nacional y en medio de remociones en la institución. Ortega ha optado por apartar a sus principales policías represores de los altos cargos del cuerpo policial y colocar a mujeres como segundas de los nuevos «premiados» en los puestos.
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