Un hermano de la prisionera política Adela Espinoza Tercero, de nombre Martín Espinoza Tercero, tuvo que salir huyendo de Nicaragua junto a su esposa embarazada y su hijo de 2 años de edad, debido a que la Policía Orteguista cercó su casa y quería apresarlo.
En la madrugada del 31 de agosto pasado, Martin y su familia salieron hacia Costa Rica y, casi dos meses después, el pasado 24 de octubre, de manera prematura, su esposa Jaqueline dio a luz a unos gemelos en el hospital Rafael Ángel Calderón Guardia.
Nacieron sietemesinos, por lo que debieron quedar bajo observación médica un mes, en incubadora, pero ya se cumplió el plazo para que se los entreguen.
Sin embargo, las autoridades del hospital, las de Servicio Social, les informaron que no podían entregar a los bebés porque Martín y su esposa no tienen las condiciones sociales ni económicas. Por ejemplo, no tienen una casa con el espacio suficiente. Tampoco tenían cuna ni leche. Y a nadie, algún familiar, que asista a Jaqueline durante los primeros meses.
Por otra parte, Martín aún no consigue trabajo.
Les exigen mucho
«Nos exigieron cosas tras cosas y nosotros nos venimos solo con la ropa que andábamos puestas. Tuvimos que salir después de lo que pasó con mi hermana», explicó Martín Espinoza Tercero a Nicaragua Investiga.
La pareja logró conseguir leche, una cuna para los dos gemelos, pero no han podido más.
Han llegado varias autoridades costarricenses a ver el caso de ellos, pero se mantienen en que el matrimonio no tiene las condiciones para que los bebés les sean entregados.
Los quieren mandar a una casa hogar
El primer impacto que sufrió la pareja fue cuando una doctora les dijo que debían de considerar entregar a los bebés para que, al menos durante el primer año de vida, permanezcan en una casa hogar, y así les da chance a ellos a buscar las condiciones adecuadas para criar a los tres niños, tomando en cuenta también al mayor de 2 años.
A las autoridades del hospital solo les interesa el bienestar de los bebés gemelos y el caso ya pasó a manos del Patronato Nacional Infantil de Costa Rica (PANI), adonde los dos padres fueron citados para este miércoles y desconocen aún qué pasará con sus recién nacidos.
Sin embargo, los dos padres consideran que, aunque no tengan todas las condiciones en este momento, siempre cuidarán mejor de sus hijos que personas asalariadas en una casa hogar.
La familia también considera que ser refugiado político y no tener recursos no son delitos y no pueden ser castigados sin sus bebés por esas razones. «No nos parece justos», indicó un familiar.
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El exilio
Martín Espinoza Tercero y su familia tuvieron que salir huyendo por el asedio policial de la dictadura, que a mediados de agosto secuestró a su hermana Adela Espinoza Tercero y ahora la tiene recluida en la cárcel de mujeres La Esperanza.
Los policías le decían a Adela que irían por su hermano, que le iban a colocar droga para tener de qué acusarlo. «De esa manera la torturaban», explicó un familiar.
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