Nydia Monterrey huyó de Nicaragua en junio de 2021, como miles más, cuando la represión recrudeció. Las noticias de encarcelamientos en contra de aspirantes presidenciales, activistas de derechos humanos, periodistas y estudiantes daban la vuelta al mundo, y ella sabía que estaba en riesgo.

Nydia sobrevivió al ataque de la parroquia Divina Misericordia en Managua, ocurrido el 13 de julio de 2018. Transmitió en vivo un video que se hizo viral, que mostraba a paramilitares descargando ráfagas de disparos con armamento de guerra en contra de los estudiantes. Es por eso que al iniciar aquella cacería, supo que era mejor salir del país, porque todos los que alguna vez protestaron o se expresaron contra el régimen estaban siendo víctimas de represalias. Fue así como inició su historia en Costa Rica.

Atrás dejaba sus sueños. Su recién culminada carrera de psicología y su proyecto de apoyar integralmente a mujeres en terapias grupales para empoderarlas y ayudarlas a sacar lo mejor de sí, y en lo cual le estaba yendo muy bien. Dice que en eso había encontrado su verdadero sentido de vivir.

Pero de pronto, en tierra extranjera, asegura que sintió que no era nadie. «Tenés que andar rogando por una identificación, que donde quiera que vas te hacen sentir menos porque tu identificación no vale o no es reconocida», nos dice.

Su título de psicóloga vale menos incluso, que su carné de refugiada, porque en Costa Rica no lo reconocen. Entonces tuvo que renunciar a su profesión. «Realmente la necesidad te obliga a que trabajés en lo que te salga», expresa.

Hizo de todo; vendió fotografías, limpió casas y trabajó en una floristería donde dice haber tenido un compañero xenófobo que todos los días comentaba que los crímenes que ocurrían en el país eran culpa de los nicas y se burlaba de su acento.

Nydia Monterrey en el local de su restaurante La Gigantona. Foto: Cortesía.

Un rostro conocido

Tiempo después se le presentó una oportunidad soñada. Cuando era niña partici0pó en un programa infantil y se enamoró de la comunicación. Un día prometió que la exploraría más, y esa promesa se cumplió cuando fue parte de Hora Cero, una plataforma digital informativa donde le tocaba presentar un espacio de sátira política. Estuvo tres años ahí y luego llegó a otro medio de comunicación donde otra vez, se le pidió explicar con humor las crudas realidades de Nicaragua.

Su trabajo le apasionaba, pero asegura que trabajar con un salario nica en Costa Rica no es fácil y luego de eso, vinieron amenazas para su familia, y los temores llegaron a afectar su salud mental. Es por eso que se retiró de las pantallas. «Se que voy a regresar», asegura.

Pero mientras tanto, necesitaba sobrevivir. Recordó que muchos conocidos le habían dicho en reuniones y encuentros lo bien que cocinaba y decidió que iba a emprender en eso. Si ella no podía ir a Nicaragua, iba a traer a Nicaragua acá, a través de sus deliciosos y tradicionales platillos.

Una experiencia inmersiva

El 21 de septiembre de 2023 abrió sus puertas La Gigantona. No solo es la comida, los nicas llegan aquí porque realmente se sienten en un rincón de su país. «Es un espacio en donde pueden encontrar en cada pared refranes de nuestra cultura y escuchar música nica», explica Nydia.

Las porciones generosas en La Gigantona son otro factor diferenciador de este restaurante montado con tanto esfuerzo, y además, otros emprendedores nicas encontraron aquí una oportunidad para potenciar sus ventas de cajetas, rosquillas, cacao, pinolillo, souvenires. Todo eso se encuentra en este lugar.

Para Nydia, fue crucial que su pareja, Kevin Hernández, también haya decidido apostar por el proyecto, convirtiéndose en su socio y apoyo tras renunciar de su trabajo agotador en un call center.

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Celebran primer aniversario

El primer año lo celebraron a lo grande. Su local, ubicado frente a la Casa Presidencial en Zapote, fue la sede del Festival por la paz. Hubo música, comida y arte.

Artistas exiliados cubanos pintaron un mural que titularon: «el gran vuelo», y el cual expresa el mensaje; “aquí volamos libres porque en nuestros países no podemos”. Fue apoyado por el Foro Juventudes y People in Need.

Mural pintado por artistas cubanos exiliados en Costa Rica. Foto: Cortesía

Es solo un año, pero para Nydia es toda su vida volcada en un proyecto que le permite empezar de cero, volver a tener motivación y conectarse con Nicaragua.

«Es un logro como familia, como mujer y como negocio», dice sin titubeos. No todo es color de rosa, hay muchos retos, pero también asegura que hay mucha satisfacción en lo que hace.

Dice que La Gigantona es un refugio para todo nicaragüense que se sienta con mal de patria.