¿Qué viene para la Iglesia y sacerdotes, tras la ruptura del régimen con el Vaticano?

Tras poner fin a las relaciones diplomáticas con el Vaticano, las críticas no se hicieron esperar hacia los dictadores Daniel Ortega y Rosario Murillo, pues la medida surge luego que el papa Francisco condenó fuertemente al régimen sandinista, a tal punto que llamó “desequilibrado” a Ortega.

El Papa destacó en entrevista con el medio Infobae, el pasado 10 de marzo, que el régimen nicaragüense es como las dictaduras comunistas y hitleriana.

Ahora ¿qué puede esperar la Iglesia y los sacerdotes nicaragüenses tras la ruptura de las relaciones diplomáticas con el Vaticano? ¿Se viene más represión? ¿Qué significa para la iglesia que el régimen suspenda relaciones con la Santa Sede?

El periodista nicaragüense Israel González, especialista en temas socio-religiosos, refirió que la situación de la Iglesia en Nicaragua ya era sumamente preocupante y ahora con esta suspensión, que, “es el termino oficial, entre las relaciones del Estado nicaragüense y la Santa Sede viene a ahondar más un conflicto que está “in crescendo”, cada vez con más fuerza”.

González añadió que no se puede descartar absolutamente nada, es decir, “tenemos un congelamiento entre relaciones de dos estados y alguna manera la Iglesia del país hacia adentro puede recibir muchísima mayor represión y eso precisamente es de lo que alertamos muchísimas personas que conocemos a la Iglesia desde adentro, ¿Qué podría pasar si el Papa expresaba una opinión mucho más fuerte acerca de la situación del país”.

El comunicador recordó haber dicho muchas veces, que el Papa no se pronunciaba de una forma contundente, para evitar precisamente mayor persecución a la Iglesia.

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“Mientras otros sectores, por ejemplo, propugnaban porque el Papa saliera diciendo cualquier tipo de barbaridades y creyendo como que la palabra del Papa inmediatamente podría repercutir en una salida de Ortega, eso pensaban algunos sectores de oposición y lo que tenemos es, que ahora el Papa ha hablado de una forma bastante clara acerca de la situación del país y por ende el régimen ha suspendido las relaciones diplomáticos, por lo cual es lógico que se pueda proveer más represión hacia la Iglesia”, expuso.

“Entre más represión, menos credibilidad…”

Por su parte, el analista político José Dávila manifestó que entre más represión ejerce un gobierno, menos credibilidad y legitimidad para gobernar tiene.

“Si continúa la represión contra la ya perseguida Iglesia Católica de Nicaragua, crecería a niveles insospechados el repudio internacional al régimen. Hoy más que nunca el mundo entero estará pendiente de Monseñor Álvarez, y los sacerdotes asediados o perseguidos”, indicó.

El analista destacó que el conflicto del régimen contra la Iglesia de Nicaragua y ahora contra la iglesia universal que preside el Papa han causado asombro en el mundo entero, y “el régimen de Nicaragua está más mal visto que nunca, pues se ha metido en una terrible telaraña en esta guerra contra la Iglesia, de la que no es fácil salir”.

Enfriamiento tiene repercusión

Un teólogo que prefiere omitir su nombre refiere que la Iglesia actúa como un cuerpo colegiado, en la que el Papa tiene el rol de sucesor de Pedro.

“Los Obispos son los sucesores de los apóstoles, de manera que este enfriamiento entre las relaciones diplomáticas entre el Vaticano y Nicaragua, también tiene una repercusión en la Iglesia local, ¿qué va a pasar? Eso va a depender de lo que el Gobierno quiera que pase, porque definitivamente aquí hay cosas que están totalmente fuera de la lógica, hay un desequilibrio”, apuntó.

Sostiene que la Iglesia ha sido inteligente y va mantener eso, de no confrontar, ser prudente y dejar que las voces de afuera resuenen.

“A lo interno seguir dentro de lo que esté el marco de la Cuaresma, la liturgia, si no dejan salir las procesiones, dentro de los templos”, expresó.

Advirtió que podría ser que el Gobierno tome represalias contra algún tipo de órdenes religiosas, es decir “aquí también está manifestado un anticlericalismo enfermo, de parte del Gobierno y cualquier cosa podría pasar, pero a lo interno la Iglesia va a mantener esta actitud de no confrontación, de oración, de vivir la Cuaresma, por lo menos en este tiempo que todavía resta, ya estamos en la cuarta semana y va a ser esa tónica”, dice el teólogo.

Añadió que, si la Nunciatura va a cerrar, “eso ya es un asunto e diplomacia vaticana y de diplomacia nicaragüense que está en el más mínimo de sus niveles, por otra parte, esto va a ejercer más presión desde afuera, a lo interno creo que los obispos van a tener hasta prudencia, no van a hacer algo que no han hecho hasta el momento, no se han pronunciado, no han dicho nada, van a mantener esa posición, creo que es lo más sabio…”.

Otro analista que prefirió omitir su nombre expresó que definitivamente con la pareja dictatorial no se espera nada bueno, ya que ambos «son soberbios, sin escrúpulos y malvados».

Así mismo añadió que desde hace rato la dictadura está en guerra abierta con todos los que se le oponen y sobre todo contra la iglesia católica que es un referente moral.

«Donde el pueblo de Nicaragua tiene cifradas su fe y esperanzas en poder lograr romper esa actitud malévola y satánica y poder traer paz espiritual y social después de tanto daño y odio sembrado por estos dos individuos. A lo largo de la historia quien se enfrenta contra la iglesia nunca sale bien librado, por eso la frase: La iglesia siempre ve pasar el féretro de sus perseguidores, y esto tarde o temprano se va a aplicar”, finalizó.