Daniel Ortega recibió las cartas credenciales de embajadores de diferentes naciones y les hizo un repaso extenso por la historia de Nicaragua para contarle a los diplomáticos cómo es el país al que vienen a ejercer funciones de representación de su gobierno. Ortega rememoró la intervención norteamericana en Nicaragua con Byron Cole, William Walker, la batalla de San Jacinto, el asesinato de Sandino, la dinastía somocista y el deseo de los Estados Unidos de construir un canal interoceánico en el país aprovechando el gran lago.
Además Ortega, mencionó que países como Inglaterra, Francia, España y Estados Unidos «trasladaron sus contradicciones» hacia los países pobres como Nicaragua, y continuó repasando la historia hasta llegar al estallido de la crisis política del 2018.
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Ortega reafirmó que su gobierno supuestamente fue víctima de un intento de Golpe de Estado por grupos financiados por Estados Unidos, y que hubo una campaña de difamación contra el gobierno acusándolo de cometer asesinatos contra los ciudadanos. El mandatario, dijo que los manifestantes estaban armados y que iban a las delegaciones policiales a dispararles a los agentes con intención de matarlos.
Incluso, Daniel Ortega acusó a la ex embajadora de los Estados Unidos Laura Fansworth Dogu de alentar «crímenes» que cometían los grupos de la oposición hasta que una vez supuestamente la embajadora norteamericana llamó a la vicepresidenta Rosario Murillo para contarle que su vehículo había sido retenido por «grupos delincuenciales» que les habrían quitado las armas a sus escoltas y los habría despojado del vehículo.
Ortega mencionó que la embajadora supuestamente le dijo que la Policía Nacional debía restablecer el orden en el país, mientras que por otra parte en el fallido Diálogo Nacional le demandaban que la policía se mantuviera acuartelada.
El presidente también dijo que hubo una campaña de desprestigio contra su gobierno y el FSLN y que grupos de la oposición promovidos por Estados Unidos fueron los que supuestamente asesinaron a militantes sandinistas y agentes policiales. Ortega también dijo que en Nicaragua se respeta la libertad de expresión y que en Nicaragua los medios de comunicación «dicen lo que quieren (…) no hay libertad de expresión, es libertinaje, ahí que griten».
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En el acto estuvo presente el Nuncio Apostólico Monseñor Waldemar Stanislaw Sommertag, el canciller Denis Moncada Colindres y como de costumbre la vicepresidenta y vocera estatal Rosario Murillo.
Los embajadores que fueron acreditados hoy fueron los de El Salvador, Argentina, Perú, Chile, República Árabe Democrática Saharaui, Francia , Honduras, Colombia y Rusia. También se recibió carta credencial de la embajadora del Programa Mundial de Alimentos, UNICEF y otros organismos
Ortega asegura que los sandinistas son más democráticos que Estados Unidos
Por otro lado, Ortega aseguró que los sandinistas tienen mejores prácticas democráticas que los norteamericanos debido a que en los años 90s, entregaron el poder después de perder las elecciones mientras que hoy, Donald Trump no reconoce haber perdido la elección contra Joe Biden.
«Nosotros los sandinistas acusados de ser antidemocráticos», entregaron el poder después de perderlo en los comicios de 1990, a diferencia de Donald Trump, quien no reconoce todavía que Joe Biden ganó las elecciones de los Estados Unidos a pesar de que el Colegio Electoral de ese país ha nombrado a Biden como vencedor, detalló Ortega.
Ortega critica sistema electoral de los Estados Unidos
El caudillo sandinista hace esta crítica siendo él quien se reeligió de manera inconstitucional, con un amplio control sobre el Poder Electoral y con un desmantelamiento de las instituciones democráticas cuyo control está sometido al Ejecutivo, según ha denunciado la oposición y la comunidad internacional.
Ortega también dijo que en los Estados Unidos «los que respaldan al presidente Trump andan con fusiles, con ametralladoras» y señaló que cuando los sandinistas estuvieron en la oposición «no se nos ocurrió jamás ocupar nuestra fuerza para botar a los gobiernos que nos sucedieron» y supuestamente eran una oposición propositiva, sin embargo, al FSLN se le recuerda por «gobernar desde abajo» con asonadas, huelgas, tranques y disturbios durante los 16 años que estuvo en la oposición.
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