Los ministros de Relaciones Exteriores de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) mantuvieron este jueves una difícil reunión en Noruega en busca de acuerdo sobre la adhesión de Ucrania, antes de la cumbre de la alianza prevista para julio en Vilna, Lituania.
A apenas un mes de esa cumbre, los consensos siguen lejanos y ningún punto parece resuelto, en un cuadro que genera temores de un fracaso, especialmente entre los lituanos, anfitriones de la reunión.
En Oslo, la discusiones se centraronn en las garantías de seguridad que la OTAN puede ofrecer a Ucrania durante el período hasta que la adhesión al bloque transatlántico se pueda hacer realidad.
El secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, minimizó el hecho de que no se hayan alcanzado entendimientos de fondo, alegando que se trató de una «reunión informal. No ha habido decisiones, pero mantuvimos intercambios francos para hallar un consenso».
«No sabemos cuando terminará la guerra [entre Ucrania y Rusia] pero debemos hacer que sean adoptadas medidas creíbles para garantizar la seguridad de Ucrania en el futuro», dijo.
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«Los detalles sobre como se hará eso, y el tipo de mecanismos, aún serán objeto de decisiones», admitió.
El principal actor de la OTAN, Estados Unidos, se opone por el momento a que la alianza brinde garantías a Ucrania, dijo a AFP un ministro que solicitó el anonimato.
En una conferencia de prensa, el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, eludió el asunto.
La prioridad estadounidense ahora es el refuerzo de las capacidades de Ucrania «para que cuando la agresión [de Rusia] termine, los ucranianos tengan capacidad disuasoria y, si necesario, de defenderse», dijo Blinken.
El funcionario estadounidense recordó que la OTAN tiene 31 países miembros y que las decisiones son adoptadas por unanimidad.
Stoltenberg, a su vez, reforzó que «lo más importante por el momento es nuestro compromiso de ayudar a Ucrania a defenderse y recuperar su territorio».
La OTAN ofreció esas garantías recientemente a Suecia, un país que formalmente demandó la adhesión pero que enfrenta el veto de otro actor central de la alianza, Turquía.
En tanto, Ucrania no se preocupa en esconder su enorme expectativa. En Moldavia, el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, aumentó la presión este jueves al afirmar que «cada duda que manifestamos en Europa, es una trinchera que Rusia tratará de ocupar.»
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En tnato, el jefe de la diplomacia de Luxemburgo, Jean Asselborn, dijo este jueves que «la OTAN tendrá 75 años y jamás un país en medio de un conflicto armado ha adherido, porque ello podría acarrear convocar el artículo V del tratado».
Caso eso ocurra, añadió estaríamos frente a una «guerra entre la OTAN y Rusia».
– Renovación y nivel de gastos –
La reunión en Oslo, Noruega, pretendía también abrir una discusión sobre otros temas de extrema sensibilidad y urgencia, como el veto turco a la adhesión sueca, la eventual renovación del mandato de Stoltenberg o el nivel de los gastos militares.
Designado secretario general de la OTAN en 2014, el noruego de 64 años ya tuvo su mandato renovado tres veces. Su sucesor debería ser un europeo, y varios países de la UE verían con agrado el nombramiento de una mujer de sus filas.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, quien tendrá la última palabra, recibirá el 5 de junio a la primera ministra de Dinamarca, Mette Frederiksen, una potencial candidata.
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En tanto, Stoltenberg adelantó este jueves que visitará Turquía «en un futuro próximo» para tratar con el presidente Recep Tayyip Erdogan el veto turco a la adhesión de Suecia a la OTAN.
«Tengo confianza en que Suecia será un integrante (de la OTAN) y estamos trabajando para que eso ocurra lo antes posible», aseguró este jueves.
La difícil cuestión de los gastos militares es otro tema a ser discutido en Oslo. En 2024 los aliados se comprometieron a destinar a la defensa el 2% de cada PIB nacional, pero en Vilna la idea es hacer que ese 2% no sea un máximo sino un piso mínimo.
Apenas siete países han alcanzado ese objetivo, y Dinamarca se encuentra muy lejos de hacer cumplido con su parte del esfuerzo colectivo.
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