Conforman su círculo de hierro, deciden quien acompaña a su padre como vicepresidente para las elecciones de noviembre y hasta le dan un toque más humano. La familia Trump tiene el poder en el Partido Republicano, aunque con la ex primera dama, Melania, al margen de la campaña.
Los hijos Donald Jr. y Eric Trump son omnipresentes en la Convención Nacional Republicana de Milwaukee, flanqueando al expresidente Donald Trump y también aparecen en casi todos los actos públicos.
Lo acompañaron en su primer gobierno (2017-2021) tomando decisiones claves y hoy, que el magnate inmobiliario busca la reelección, prepararon todo para que el partido gire en torno suyo, con aliados leales.
El recientemente designado compañero de fórmula de su padre es parte del círculo.
«No podía escoger a uno de sus hijos, yernos o nueras, eso no funcionaría. Pero escogió a J.D. Vance, amigo cercano de Donald Jr. Eligió a alguien que le recuerda a su hijo», consideró la politóloga de la Universidad de Essex, Natasha Lindstaedt.
Los hijos están en las más altas posiciones posibles, sin volverse candidatos a una elección. «Creo que está tratando de establecer una dinastía», agregó.
– «También soy una Trump» –
La cuestionada imagen del candidato republicano envuelto en problemas legales, hallado culpable de falsificación de documentos contables y de abuso sexual, fue suavizada la noche del miércoles por la mayor de sus nietas.
«Nos da dulces y gaseosa cuando nuestros padres no están viendo (…) es cariñoso y amoroso», confesó Kai, de 17 años e hija de Donald Jr., durante la convención que ratificó a su abuelo como candidato presidencial.
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Contó que cuando juegan y no están en el mismo equipo de golf, él la sugestiona para que pierda, pero ella no se deja. «Tengo que recordarle que yo también soy una Trump», remarcó.
– «Dios, Familia, Patria» –
Como vagones enganchados a la locomotora de su padre, Donald Jr., Eric e Ivanka fueron arrastrados al éxito y, junto con ellos, sus familias y amigos leales.
«De la nada, Lara Trump [esposa de Eric] es una de las cabezas del Partido Republicano. Antes, Jared Kushner [esposo de Ivanka], estuvo a cargo de casi cada proyecto y agencia del país, desde asesorar al gobierno hasta resolver la paz en Oriente Medio», recordó Lindstaedt.
«De repente, gente que no tiene experiencia, entrenamiento, ética, tiene acceso a posiciones poderosas. Esto pasa en dictaduras y normalmente termina muy mal», agregó.
«En la familia Trump, el nepotismo siempre estuvo en su negocio», precisó Natalie Koch, investigadora en geopolítica de la Universidad de Syracuse. Eric y Don Jr. son vicepresidentes del imperio comercial de su padre, Ivanka lo fue.
«La Organización Trump es un negocio familiar, pero una vez que asumió la presidencia se pudo ver que lo llevó al ámbito político y a la Casa Blanca», agregó.
Sin embargo, ellos no se pelean por la silla paternal, como los hermanos Roy en la serie «Succession». Cada uno sabe su rol.
Donald Jr.(46) ya fue acusado de facilitar una interferencia rusa en las elecciones de 2016 y hoy es impulsor del movimiento ultraderechista MAGA (Make America Great Again, Hacer a Estados Unidos Grande Otra Vez), junto con Vance.
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En la Convención, Donald Jr. enalteció la figura de su padre, quien se reincorporó desafiante con el puño en alto y el rostro sangrando tras un atentado fallido a tiros durante un mitin en Pensilvania.
«El mundo vio que existe fortaleza, y luego existe la fortaleza Trump», aseguró.
A su vez, Ivanka (42) asesoró a su padre durante su gobierno, aunque ahora se dedica a asuntos personales.
Mientras tanto, Eric (40) apareció en la reunión de delegados republicanos de Florida y aseguró, sin pruebas, que los demócratas tramaban fraudes para ganar las elecciones.
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La cuarta hija, Tiffany (30), asistió a la convención y Barron (18), hijo de su actual esposa, Melania, declinó ser delegado por Florida.
Trump «es como muchos de nosotros respecto de cuáles son nuestras prioridades en la vida. Dios, Familia, Patria. Literalmente ese orden», según Teresa Griffin, delegada alterna de Texas.
– Melania –
Contrariamente a otras primeras damas como Michelle Obama o Laura Bush, Melania Trump suele estar ausente de la vida política de su esposo, salvo excepciones como al lamentar en redes sociales el intento de asesinato en su contra.
«Es un completo enigma. No quiere ser la primera dama, aunque comparte puntos de vista similares con Trump en varios aspectos. No le importa lo que el resto piense, está en sus cosas», sostuvo Lindstaedt.
«Probablemente no eligió estar en esa posición, pero ahora que está ahí va a tratar de ser lo más positiva que pueda», consideró Griffin.
Pero en el resto de la familia, se apoya el proyecto de Donald Trump. Incluso la nieta Kai: «Él va a pelear para hacer que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez», sentenció.
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