Cancelación de organizaciones afecta derechos de las mujeres

Son al menos cuatro organizaciones no gubernamentales vinculadas a la defensa de los derechos de las mujeres las que se han visto obligadas a cerrar por la cancelación de su personería jurídica en el último año, la más reciente fue el Movimiento de Mujeres María Elena Cuadra.

El cierre de operaciones de estas oenegés impacta de manera directa a un sector poblacional históricamente expuesto a la discriminación y la violencia. Muchas de estas organizaciones tenían como función principal ofrecer apoyo y asesoría a mujeres de escasos recursos para que pudieran enfrentar estas problemáticas sociales, pero también se encargaban de documentar y desarrollar campañas contra los femicidios.

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La Socióloga y feminista María Teresa Blandón, señala que, además de apoyar a mujeres, algunas de estas organizaciones trabajaban también en la defensa y acompañamiento a la comunidad LBGTI, otro sector al que el gobierno de Nicaragua tiene prácticamente al margen de su protección.

«El impacto es muy fuerte porque trabajan con sectores de escasos recursos. Las organizaciones de mujeres trabajan con víctimas de violencia que necesitan apoyo psicológico; que necesitan apoyo, incluso, legal para algunos procesos de demanda», señala la especialista.

Cancelación aporta al desconocimiento de derechos

Gran parte de estas organizaciones, en su mayoría, aportaban a las mujeres que las integraban, educación sobre sus derechos humanos para poder defenderse ante alguna situación de abuso, muchas de estas normalizadas por el machismo que impera en Nicaragua, sin embargo, no podrán seguir brindando este apoyo por no tener derecho a continuar operando en el país.

«Eso significa que se instala como un silencio porque eso es, precisamente, lo que quiere el régimen: impedir que estas organizaciones puedan hacer visible la pobreza, las brechas de discriminación y la violencia, lo cual, también incrementa la vulnerabilidad de las mujeres que están en los sectores más pobres, o más desfavorecidos», explica Blandón.

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Según la socióloga, entre los objetivos de estas organizaciones está educar a las mujeres y miembros de la comunidad LGBTI, en temas de violencia y discriminación. «Es preciso que conozcan sus derechos, y eso no lo están aprendiendo en la escuela ni en organizaciones estatales o paraestatales; el conocimiento de sus derechos ha sido una tarea que han asumido las organizaciones de mujeres», indica.

Una de las pocas ONG que quedan

María Teresa Blandón es directiva del Movimiento Feminista La Corriente, una de las pocas organizaciones no gubernamentales que continúa vigente en Nicaragua, tras la cacería desatada por Daniel Ortega desde 2018. Afirma que, a pesar que existe el temor por una eventual cancelación, siguen haciendo esfuerzos enormes por continuar trabajando y suplir el trabajo de prevención y asesoría que dejaron de ofrecer las organizaciones suspendidas.

María Teresa Blandón, socióloga. FOTO: Nicaragua Investiga

Blandón dejó claro que ellos no operan como agentes extranjeros, ni reciben donaciones. «La Corriente es una de las organizaciones feministas que no se inscribió como agente extranjero. Nosotras no somos agentes extranjeros, esta organización está integrada sólo por nicaragüenses, entonces no alcanzamos en esa fórmula», expresó.