Algunas cosas poco conocidas del volcán Masaya

El volcán Masaya es una de las principales atracciones turísticas de Nicaragua. Su riqueza natural, sus paisajes, su ubicación a la orilla de una laguna, su historia y el ser uno de los pocos volcanes con un lago de lava, lo ha hecho un lugar de obligatoria visita.

Las autoridades aseguran que en el 2022 el Parque Nacional Volcán Masaya recibió a un total de 166,098 turistas, de los cuales 102,248 fueron nicaragüenses y 63,850 extranjeros, procedentes principalmente de Costa Rica, Estados Unidos, China, El Salvador, Panamá y Francia. Eso representó un incremento del 48% en el número de visitas en comparación al 2021.

Sin embargo, quienes llegan al volcán, recorriendo esa preciosa carretera rodeada de un exhuberante bosque hasta llegar un lugar semideśertico con gigantescas rocas y viejas coladas de lava y finalmente al borde del cráter, no siempre saben que el volcán guarda importante secretos, curiosidades y incluso polémicas.

Foto del volcán Masaya entre las 10 mejores en categoría paísaje en concurso de Wanderlust

Aquí te contamos algunas de esas cosas.

1- ¿El basurero de Managua?

¿Se imagina usted subir al volcán Masaya y encontrarse en la cima con decenas de camiones descargando basura y arrojándola al cráter?

A mediados de mayo del 2003, el entonces alcalde de Managua, Herty Lewites, propuso trasladar el basurero «La Chureca» al volcán Masaya. Su idea era usar el magma volcánico como «incinerador» de los desperdicios.

El plan de Lewites, fallecido en el 2006, provocó gran indignación y rechazo por parte de ecologistas, turistas, científicos y la población de Masaya. Los expertos afirmaban que con el volcán pasaría algo similar que con el lago Xolotlán, convertido en 1927 en la cloaca de Managua.

Luego Herty Lewites dijo que era una broma.

2- La puerta del infierno

Cuando los españoles llegaron al lugar le llamaron la «puerta del infierno» y ya en tiempos recientes la famosa revista National Geographic no dudó tampoco en incluirlo en sus «5 lugares naturales que parecen un infierno». Según Nacional Geographic los indígenas decían haberse enterado de la llegada de los conquistadores por la bruja que habitaba el volcán. Los españoles para aplacar el mal que allí habitaba colocaron una cruz. Esa cruz es la icónica Cruz de Bobadilla.

National Geographic impresionada con chocoyos del volcán Masaya

3- Explosión sorprende a turistas

 El 23 de abril del 2001, cerca de la 14:23, hora local, hubo una explosión en el cráter Santiago. La explosión abrió una nueva boca, lanzando rocas y ceniza caliente en la Plaza Oviedo, ubicada al sur del cráter.  Personal del Parque Nacional Volcán Masaya comunicó a Ineter de la explosión. Al momento de la explosión se encontraban unos 120 turistas, entre norteamericanos, italianos y nacionales. La mayoría de ellos estaban a bordo de un autobús, por tal razón no hubo muchas víctimas, solamente una turista norteamericana salió herida en el brazo derecho.  También la caída de rocas causó daños a tres autobuses y un automóvil.

 4- Los cabellos de Pelé

Debido a la fluidez de la lava y el accionar del viento se forman ebras de vidrio volcánico llamados cabellos de Pelé en honor a la diosa hawaiana de los volcanes.

Varias comunidades de La Concepción y Ticuantepe se ven afectados por este fenómeno, ya que cuando estos cabellos son arrastrados por el viento se pueden introducir en los depósitos de agua y alimentos.

5- Chocoyos asombran a National Geographic

Aunque muchos estén acostumbrados a ver chocoyos en el volcán y crean que es algo «normal», la realidad es que no lo es.  National Geographic quedó asombrada por la presencia de chocoyos en el cráter, siendo un lugar tan inhóspito. “Estos periquitos han estado viviendo en un lugar inusual y tóxico durante los últimos 500 años”, afirma. La revista no se explica cómo sobreviven estas aves en condiciones tan tóxicas.

National Geographic agrega que estos chocoyos anidan en agujeros que ellos mismos han excavado en la tierra blanda, y que cuando las crías nacen llegan a la “prueba de fuego”: volar o freírse en el fondo del cráter.