Pasar por las instalaciones de lo que un día fue La Prensa «¡El Diario de los nicaragüenses!», para muchos periodistas que laboraron y se formaron en el periódico más longevo de Nicaragua, causa sentimientos encontrados, desde la nostalgia, el repudio y la esperanza.
En la fachada e instalaciones del que fue, hasta agosto de 2021, una de las icónicas rotativas que han plasmado en papel la historia de Nicaragua, hoy relucen los colores que caracterizan a la dictadura Ortega-Murillo.
Aquí se “cocina” el Centro Cultural y Politécnico José Coronel Urtecho ¡No volverá el pasado!, el cual está en su etapa final para inaugurarse, según promueve el Tecnológico Nacional, Inatec, en las instalaciones que fueron robadas a este medio de comunicación en agosto de 2021.
“Pronto las familias nicaragüenses contarán con el nuevo Centro Cultural y Politécnico José Coronel Urtecho ¡No volverá el Pasado! Donde podrán ampliar sus conocimientos en el sector arte, cultura, economía creativa, industria, construcción, comercio y servicio”, cita el mensaje de la promoción del gobierno. El centro cultural está ubicado en el kilómetro 4.5 de la Carretera Norte, Managua.
La noticia trajo reacciones diversas, los nicaragüenses afines al gobierno celebran la gran obra que construyó el régimen Ortega-Murillo, mientras tanto los opositores y ex colaboradores de este diario de más de 90 años, repudian el actuar de la dictadura.
La Prensa llegará a sus 100 años y más…
El fotorreportero Óscar Navarrete se refiere al dicho “podés matar al mensajero, pero no el mensaje”, para apuntar que es lo que precisamente pasa con la dictadura que “cree que, cerrando La Prensa, confiscándola, encarcelando a sus miembros, golpeando periodistas, va a callarlos”.
“No va cesar eso, porque La Prensa ahí está y ahí estará siempre, va a llegar a sus 100 años y más de 100 años siempre publicando, siempre estando al lado de los más desprotegidos, siendo la voz de los sin voz, informando a la población nicaragüense y cumpliendo el legado del doctor Pedro Joaquín Chamorro por las libertades públicas”, expresó.
Así mismo manifiesta que es doloroso que el edificio que “una vez nos albergó, fue nuestra casa, al menos a mí, fue mi casa por 20 años, yo llegué en el 2003 a fundar el periódico HOY y después por las circunstancias económicas los periódicos HOY y La Prensa se fusionaron; y terminé en La Prensa y aquí estoy laborando para el diario de los nicaragüenses”.
Navarrete asegura que podrán hacer lo que ellos quieran, pero La Prensa va a funcionar, “está funcionando, nunca ha dejado de funcionar y una infraestructura no va impedir que se detenga el proceso informativo del diario, creo que todos los trabajadores del diario que ahora somos pocos, estamos muy comprometidos con el pueblo de Nicaragua, con la labor informativa y desde el exilio; y de dónde estemos, siempre va estar un periodista de La Prensa, un fotógrafo, informando a la nación”, añade diciendo que es nostálgico, pero nada es eterno en el mundo.
“Ya es una mala praxis de ellos, igual hicieron en los 80, igual lo vuelven a hacer ahora, y ya no solo están confiscando a los medios de comunicación, sino también los bienes de la Iglesia Católica, de oenegés, de las monjitas, es lamentable y triste de esa mala práctica de tomar lo ajeno, de tomar propiedades privadas y declararlas de utilidad pública según ellos”, finaliza Navarrete desde el exilio.
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Una periodista bajo anónimo, por encontrarse en Nicaragua menciona que La Prensa sin duda es una institución en el periodismo nicaragüense
“Su confiscación afectó a todos los que fueron parte de este medio de comunicación que se convirtió para cada uno de nosotros, además de una escuela también en una segunda casa, acá nosotros logramos construir relaciones profesionales que se vinieron consolidando y en ese sentido ver que todo ese espacio donde se creaba, donde se organizaba, donde se hacía periodismo de verdad ahora es convertido en un instrumento más de propaganda de este gobierno, realmente a uno le duele”, refiere.
La que fue un día periodista y editora en este medio, asegura que las personas que fueron parte de este diario se llevaron un profundo agradecimiento, “y sabemos que independientemente en donde estemos porque sabemos las condiciones en la que hemos tenido que salir del país algunos o estar en circunstancias lamentables, La Prensa va a vivir siempre en nuestro corazón y será parte irrenunciable en nuestro currículo, en nuestra formación profesional y en el sentirnos orgullosos por haber sido parte de ese medio de comunicación”, expresó.
“No hay que perder la esperanza”
Roberto Mora, quien fue corresponsal de este medio por el departamento de Estelí, asegura que da mucha tristeza saber toda la situación que pasa el gremio.
“Solo el hecho de pasar por el edificio de La Prensa, ver que ya no están las letras que identificaban al diario más antiguo del país da mucha tristeza, sobretodo que desaparecieron la bandera nacional azul y blanco que era parte del edificio, eso indica la forma como trata esta dictadura nuestros propios símbolos patrios…”, dice el periodista exiliado.
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Mora invita a todos los colegas del diario La Prensa y el resto de periodistas nicaragüenses, les invito a no perder la esperanza. “Yo soy muy creyente en Dios y sé que siempre hay una madrugada, que termina con una noche corta o larga, pero, algún día volveremos a trabajar sin miedo en nuestro país en nuestra profesión que es digna, hay que soñar y trabajar por ese día”, alentó.
Emiliano Chamorro asegura que a todos los periodistas que laboraron para La Prensa, esto da un profundo sentimiento, de cómo la dictadura de Ortega les arrebató ese periódico que es “un ícono del periodismo, un referente para el periodismo nicaragüense, son 97 años de historia”, dice.
Así mismo añade que esto demuestra el abuso de Ortega y Rosario Murillo, “el odio y el desprecio al periodismo independiente, ellos no soportan a los periodistas que decimos la verdad, que hacemos periodismo profesional y lógicamente el robo de las instalaciones y el hecho de que quieran criminalizar el periodismo que trabaja realmente, decentemente, demuestra ese odio que por vocación han tenido ellos desde su llegada al poder en 1979”, agrega Chamorro.
Recalca que en algún momento de la historia, La Prensa como instalación va a regresar a las manos de los dueños, porque eso fue un robo descarado y la verdad siempre va a prevalecer.
“Los periodistas vamos a volver a nuestra Nicaragua a hacer periodismo, a hacer patria como lo hemos hecho siempre, hay muchos sentimientos encontrados en esa barbaridad que han cometido en contra del diario La Prensa, el hecho de que los Ortega Murillo cierren los medios de comunicación, cierren las instalaciones, nos criminalicen a los periodistas, eso nunca va a desaparecer, la verdad del periodismo, eso va a prevalecer y aunque estemos fuera estamos haciendo lo que debemos hacer que es denunciar la mentira, la represión, la corrupción…”, finaliza el periodista que cubrió temas de política y religión.
Otro periodista que por su seguridad prefiere omitir su nombre y quien fue corresponsal para el diario La Prensa, asegura da pesar lo que hizo el gobierno con las instalaciones de La Prensa.
“Soy honesto nunca pensé que se llegaran a tomar el edificio o a robárselo, mejor dicho, solo pensé que una manera de presión era nada más retener el papel y no quererlo entregar, aunque ya se sabía pues que La Prensa a como su hijo el HOY podrían seguir sobreviviendo a través de la web, y es así como se ha logrado mantener en este caso La Prensa, pero no es lo mismo que agarres el periódico y ponerte a leer en la mañana, ese olor a periódico, leer las noticias es físico no es lo mismo que digital y ese gusto que tenían los nicaragüenses se los arrebató el mismo gobierno por el hecho de robarse las instalaciones…”, añade.
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