Los grandes empresarios Ramiro Ortiz Mayorga, fundador y director del Grupo Promérica, dueño del Banco de la Producción (Banpro), y Carlos Pellas Chamorro, accionista del Grupo Pellas, fueron advertidos de posibles represalias por parte de la dictadura de Daniel Ortega.
La advertencia fue hecha por el propagandista del régimen William Grigsby Vado quien acusó a los exaliados de Ortega de haber sido financistas de las protestas sociales de 2018.
«Toda esta pandilla financió compra de armas, sostenimiento de los tranques, campaña de desinformación y de calumnia», manifestó Grigsby, en su programa radial emitido el miércoles 24 de mayo en la radio orteguista La Primerísima.
En su lista de empresarios que, según el propagandista financiaron «parcialmente» las protestas, se encuentran «Ramiro Ortiz, Carlos Pellas, Zamora, Baltodano, Piero Coen, Sacasa». «Y me faltan uno o dos», aseguró.
Al respecto, aprovechó para acusar a los Piero Coen de ser «lavandería (de dinero ilícito)», relacionados al narcotráfico.
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Los grandes empresarios nicaragüenses han sido señalados de sacrificar los derechos de los nicaragüenses a costa de su beneficio económico. Durante años coquetearon con la dictadura de Ortega bajo el polémico modelo de «diálogo y consenso» que fue roto tras el levantamiento social de 2018 con José Adán Aguerri a la cabeza del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep).
Esta alianza público-privada le permitió a Ortega dirigir el país con el visto bueno del empresariado. El «gran capital» gozaba del privilegio de negociar leyes con el régimen sandinista y ostentar cargos en el Banco Central de Nicaragua y otras entidades, al tiempo que ocurría el deterioro de la democracia.
Los grandes empresarios quedaron «impunes»
Grigsby afirmó que estas personas «se salvaron en la peinada» que hizo el dictador Daniel Ortega de los «principales cabecillas de la fase armada» del levantamiento social, en referencia al encarcelamiento y posterior destierro de los dirigentes de la empresa privada y banqueros.
Ortega se venga de los empresarios, tras romperse definitivamente el modelo de «diálogo y consenso»
«Los dejó indemne a los magnates. Algunos de los ejecutores sí ya los mandaron a su patria como (José Adán) Aguerri como (Luis) Rivas,— que además tenía armas en su casa—, pero a los magnates no los tocaron y ahí están haciendo riales», afirmó.
«Quedaron impunes», reiteró.
«Andan buscando su camino»
Sin embargo, el propagandista les lanzó una nueva acusación, afirmando que Ortiz y Pellas pertenecen a la junta directiva de la organización Diálogo Interamericano, la que dijo es una «plataforma de Estados Unidos».
Grigsby especuló que ambos han entregado a la organización entre 55 mil a 99 mil dólares. «¿Están provocando? (…) No escarmentaron, ellos siguen en su onda: que hay que botar a Daniel Ortega», sostuvo.
En su lista también mencionó al banquero Ernesto Fernández-Hollman de ser supuesto miembro de la junta directiva de Diálogo Interamericano, y al investigador de la organización Manuel Orozco, de ser agente de la CIA.
«Estos magnates andan buscando su camino de regreso a su patria«, añadió sin especificar si se refería a un posible destierro a Estados Unidos y desnacionalización contra estas personas, como ocurrió con el grupo de empresarios excarcelados políticos.
«Siempre han hecho riales»
«Siempre han hecho riales y con Daniel han hecho mucho más riales de lo normal porque hay condiciones favorables», recordó Grigsby, quien en muchas ha anunciado acciones represivas que poco después ejecuta la dictadura contra quienes considera opositores.
Durante la «luna de miel» entre el sector privado y el régimen de Ortega, los empresarios lograron consensuar al menos 124 de 326 leyes antes de su aprobación, entre el periodo 2008 – 2018.
El Cosep, dirigido por el aliado de Ortega, el empresario César Zamora, ya fue cerrado por la dictadura.
Ortega reconoce que empresarios eran sus «voceros»
El pasado 19 de abril, en un acto público el dictador recordó que hasta hace cinco años, cuando los empresarios le dieron la espalda, estos eran sus voceros y que compartían en armonía el momento de sentarse a la mesa.
“Entonces vimos ahí a empresarios que eran voceros del Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional, recordemos bien al que era dirigente del Cosep, presidente del Cosep, nos reuníamos, nos sentábamos, le daba a él la palabra, él hablaba y él hacía un mensaje constructivo; pero, bueno, desgraciadamente no tuvo la fortaleza de resistir la presión yanqui”, dijo Ortega.
Nicaragua Investiga
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